Negocios Sube la nafta y la Argentina se reafirma entre los países más caros del mundo: ¿vuelve a ser rentable el negocio de las estaciones de servicio?

Pese a que el precio de los combustibles culminó 2017 con una suba promedio del 30%, cerró un establecimiento cada cinco días. Las compañías del sector ahora avanzan con un nuevo ajuste, del orden del 6% y en el sector analizan si es suficiente para recomponer los márgene.

Luego de que el 1 de enero entrara en vigencia la desregulación plena del mercado de combustibles, las compañías del sector están avanzando con nuevos retoques en el precio del litro en surtidores.

Tras haber concluido el 2017 con una suba anual del orden del 30%, las empresas acaban de aplicar el primer ajuste del año.

Se trata de un incremento del 6%, lo que terminó elevando el valor de la súper por encima de los $24. 

Pese a la recomposición que tuvo lugar a lo largo del año pasado, la realidad es que el negocio del despacho de combustibles no arrojó buenas noticias. 

Según se desprende del listado de Operadores Autorizados del Ministerio de Energía y Minería, en la actualidad operan unas 4.909 estaciones de servicio en todo el país.

Esto implicó unos 52 establecimientos menos que en mayo de 2017. ¿Qué signfica esto? Que cerró un comercio cada cinco días, en promedio.

Llegan nuevos valores a los surtidores
YPF y Axion (con una participación del 55% y 12%, respectivamente) todavía esperan para aplicar los nuevos valores. Igualmente, desde YPF anticiparon que aplicarán una fórmula nueva para definir la cotización del litro.

Según trascendió, los precios serán diferentes según la localidad o barrio, el momento en que se efectúe la operación y la disponibilidad de combustible.

Sin embargo, hay otras compañías, como Oil, que ya efectuaron el ajuste: el litro de nafta súper se elevó hasta los $24,32, mientras que la premium ya alcanza los $28,42, en tanto que la diesel pasó a cotizar a $21,47. 

Tras este reacomodamiento, Carlos Gold, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), advirtió que «la Argentina ya es el segundo país con la nafta más cara de América latina», siendo sólo superada por Uruguay.

“Desde que se liberó el precio, el crudo no ha dejado de subir y es justamente ese el fundamento por el cual el combustible aumentó, a pesar de la baja que se registró en noviembre”, puntualizó.

¿Será suficiente?
En este contexto, los empresarios que operan bajo las diferentes marcas de las petroleras consideran que el 6% de suba que se está viendo reflejado en los surtidores resultará insuficiente para compensar la mala situación financiera que vive el sector.

Al respecto, no faltan voces que reclaman una suba antes de que culmine el primer semestre que «emparde» el porcentaje de ajuste que podría alcanzar la nueva paritaria, que comenzará a discutirse a partir de marzo.

Si bien las conversaciones todavía están en una fase inicial, está imponiéndose el consenso de una eventual mejora del 20%. 

Para cubrirse ante este eventual escenario, los dueños de estaciones tienen el «número mágico» que les permitiría sortear con mayor holgura un año que se presenta complejo en materia de rentabilidad.

Según los expendedores, el litro de nafta súper debería subir hasta alcanzar los $27,5. 

Actualmente, las compañías que ajustaron sus valores manejan un valor levemente superior a los $24, mientras que las que tienen pendiente el incremento (como es el caso de YPF), la comercializan a $22,66 en la Ciudad de Buenos Aires.

Es decir que los empresarios plantean una suba extra antes del cierre del primer semestre de más de $3 por litro (en el caso de las que ya subieron) y de casi $5 para las que todavía no avanzaron la medida.

Sólo de esa forma consideran que la actividad ganará más atractivo tras los reveses cosechados en los últimos años.

“En la última década, el sector perdió alrededor de 1.700 estaciones de servicio. Si no tenemos una cotización del litro que acompañe nuestro nivel de gastos, entonces la situación volverá a complicarse para los dueños de establecimientos”, aseguró.

En diálogo con iProfesional, Raúl Castellano, secretario de la Cámara de Empresarios del Combustible (CEC), sostuvo que, como consecuencia de los malos años en términos financieros que debió atravesar el sector, los empresarios con menos espaldas terminaron saliendo del negocio. 

Según el experto, «en la Argentina se sigue consolidando un modelo en el que predominan las estaciones de servicio de grandes dimensiones«.

En este grupo, Castellano incluye a los puntos de expendio «duales«, es decir, a los que comercializan tanto combustibles líquidos como Gas Natural Comprimido (GNC).

«La evolución de la rentabilidad que tuvimos en los últimos años generó que los establecimientos chicos o medianos vayan cerrando. Y esto seguirá profundizándose si no mejoran urgentemente los números», opinó.

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