“Ni se dobla, ni se rompe, ¿La UCR se quiebra? Inminente alejamiento de figura del radicalismo

 “Ni se dobla, ni se rompe, ¿La UCR se quiebra? Inminente alejamiento de figura del radicalismo

Hoy se cumplen tres meses de Gerardo Morales en el poder; la luna de miel llegó a su fin. Por ahora el radicalismo, aunque incómodo miró de reojo la interna del PJ en plena ebullición; pero en su propio terreno se dibuja una grieta incipiente,  que podría derivar también en internas. El hecho se consumirá con la salida de un importante funcionario del gobierno por fuertes diferencias en la concepción de la gestión pública.

Jujuy  || 10.03.16 || Aquella frase memorable del fundador del partido centenario Leandro Alem “que se rompa, pero que no se doble” hacía referencia a principios innegociables del primigenio movimiento, donde los valores y el concepto no pueden doblarse; es preferible la ruptura, pero salvar el dogma.

Al parecer en Jujuy varios axiomas de las fuerzas en crecimiento comienzan a manifestarse,  ya que también se dice: – todo aquello que se extiende demasiado en política, tiende a quebrarse-; pues en pocos días habría en el espacio de la nueva mayoría una renuncia resonante en el seno del gobierno que  detonaría un reprimido pedido de internas partidarias en la UCR; algo que nos lleva a otra regla de oro en el partido de la boina roja y blanca; -donde hay dos radicales, hay internas- haciendo el dicho presunción de la institucionalidad y la democracia incuestionable en esas filas.

El funcionario que se aleja del gobierno, es un joven exponente con peso territorial, cuya actitud amenaza recoger varias adhesiones, que podrían derivar en una alzada política que derivaría en una escisión, que solo sería superada por internas partidarias.

El dirigente no comparte el abandono al que se ve sometido en materia de recursos, al estar al frente de una cartera que resulta fundamental en la lucha contra las adicciones y los flagelos sociales frutos de la desidia a la que fue sometida la juventud y la niñez en la década pasada, cuyo deterioro la UCR se propuso extirpar.

Su concepción del desarrollo humano quedó en las antípodas de la interpretación de Gerardo Morales, razón suficiente para alejarse, sin contradecir el proyecto oficial, pero demostrando claramente que hay dirigentes con fuertes convicciones políticas, que no se aferran a cargos como medio de vida, por el contrario, consideran que el gobierno es el camino para resolver los problemas de la gente, no los propios.

Su particular visión política seguramente será correspondida por una franja de militantes, que desde hace tiempo esperan gestos coherentes entre el decir y el hacer. ¿Habrá o no un efecto cascada o la tempranera sangría será sofocada?

 

 

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