Nueva era: Cuba y EEUU dejan atrás más de medio siglo de hostilidades

 Nueva era: Cuba y EEUU dejan atrás más de medio siglo de hostilidades

El presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, anunciaron este mes un histórico anuncio para abrir un nuevo capítulo entre ambos países, tras más de medio siglo de hostilidades.

La noticia fue inesperada y causó furor en el mundo entero. El presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, anunciaron este mes un histórico anuncio para abrir un nuevo capítulo entre ambos países, tras más de medio siglo de hostilidades. «Hoy, EEUU empieza a cambiar su relación con el pueblo de Cuba», dijo Obama el 17 de diciembre en un discurso, en el que también habló del «cambio más significativo» de la política estadounidense hacia la isla en más de 50 años. «Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas», aseguró Castro en su intervención, después de una inédita conversación telefónica con Obama. El presidente norteamericano anunció además una serie de medidas para flexibilizar el embargo comercial que Washington impone a La Habana desde 1962.

El acuerdo opacó todo lo ocurrido entre ambos países este año e incluso en el último medio siglo. El acercamiento, anunciado una semana antes de Nochebuena y forjado en año y medio de conversaciones secretas —en el Vaticano y Canadá, entre otros lugares—, contó con una participación clave del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano de la Iglesia Católica.

Los cambios. Washington y La Habana sólo retomarán las relaciones «el día en que el presidente de Estados Unidos sea negro y el Papa argentino», reza una broma habitual estos días en la isla, puesta en boca de un ficticio Fidel Castro de los 60 y que resume muy bien los cambios que tuvieron lugar en el mundo desde entonces y el inmenso vuelco político ocurrido ahora. Las costas de ambos países están separadas por apenas 145 kilómetros en el Estrecho de Florida, pero también por décadas de un duro enfrentamiento ideológico.

EEUU rompió en 1961 relaciones con Cuba, una pequeña isla caribeña engullida hasta entonces por los intereses geopolíticos de Washington y un paraíso para las mafias norteamericanas de la época. La revolución de Fidel Castro de 1959 consiguió expulsar al crimen organizado, pero también expropió a las compañías estadounidenses que dominaban la economía de la mayor de las Antillas.

Aunque Obama flexibilizó el embargo, su levantamiento total sólo es posible a través del Congreso, dominado por los republicanos, tradicionalmente partidarios de la mano dura con los Castro. Pese a ello, las expectativas son ahora enormes en la isla. La economía cubana está hundida en una dura crisis desde que perdió los subsidios de la extinta Unión Soviética en los 90.

Ley de inversión extranjera. El gobierno cubano aprobó este año una nueva Ley de Inversión Extranjera, con la que aspira entre otros atraer 8.700 millones de dólares en capitales foráneos para proyectos de infraestructura. Pero también se espera que aumenten los viajes de estadounidenses a Cuba, autorizados parcialmente desde 2009 con medidas reforzadas ahora. Los visitantes suelen traer dinero a la isla, que se suma a las remesas que los cubanoamericanos envían a sus familias.

La consultora The Havana Consulting Group, con sede en Miami, donde vive la principal comunidad del exilio cubano, estima que los viajes desde EEUU a Cuba alcanzarían este año la cifra récord de 620.000 visitantes. «Eso se puede traducir en una mayor ganancia para los negocios como el mío», cree Enrique Núñez, dueño de uno de los restaurantes privados o «paladares» más emblemáticos de La Habana. «La Guarida» recibe en una vieja casona del populoso barrio de Centro Habana, donde se rodó en los años 90 la película Fresa y Chocolate, a muchos comensales estadounidenses. Uno de sus «sueños» es abrir una «Guarida» en Miami, dice el empresario de 46 años, uno de los beneficiados en los últimos años por las reformas de Castro.

Cuentapropistas. Más de 476.000 de los 11 millones de cubanos trabajan en tanto en la iniciativa privada, en virtud de los ajustes con los que Raúl Castro de 83 años busca por fin dotar al castrismo de un fundamento económico. Posibles reformas al monopolio del Partido Comunista, sin embargo, están descartadas de antemano. «De la misma manera que nunca nos hemos propuesto que EEUU cambie su sistema político, exigiremos respeto al nuestro», aseguró Raúl Castro respecto a las negociaciones con Washington para reanudar los lazos diplomáticos, que deben empezar en enero.

Las miradas estarán puestas en 2015 también en el primer encuentro entre Obama y Castro en una Cumbre de las Américas, el mayor foro continental, y en el que Cuba participará por primera vez en abril en Panamá. || La Capital.com.ar

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