El reciente veto del gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, a la Ley Nº 6.453 que disponía la creación del Seguro Provincial de Salud (SEPROSA) ha generado fuertes reacciones en el ámbito político y social. Entre ellas, el partido Haciendo Otra Historia se adjudica un rol central en la movilización ciudadana que, según aseguran, fue clave para frenar esta iniciativa que califican como “un atropello al derecho fundamental de la salud pública”.
La postura de Otra Historia
Desde el partido, liderado por voces que apelan a un discurso vecinal y comunitario, sostienen que el SEPROSA pretendía utilizar a Jujuy como un “laboratorio de políticas privatizadoras” que priorizaban intereses empresariales por encima de los derechos de los ciudadanos. En un comunicado reciente, el espacio político afirmó:
«El veto de esta ley es el resultado del rechazo de todos los jujeños frente a una medida que lo único que buscaba era quitar un derecho fundamental como es el acceso libre y gratuito a la salud pública».
Otra Historia destaca su protagonismo en la campaña contra el SEPROSA, que incluyó la recolección de miles de firmas y una fuerte difusión a nivel nacional. Según el partido, su labor de concientización y organización social fue fundamental para que el Ejecutivo provincial reconsiderara la medida.
La salud pública en el centro del debate
El SEPROSA proponía un modelo de seguro de salud provincial que, según sus críticos, habría deteriorado el acceso libre y gratuito a la salud pública en Jujuy. Para Otra Historia, esta medida representaba un retroceso en términos de derechos sociales y un golpe al bolsillo de las familias jujeñas. Con el veto de la ley, el partido considera que se valida su postura en defensa de un sistema de salud inclusivo y de calidad.
En palabras de sus representantes:
«Es momento de exigirle al gobierno provincial que invierta los fondos existentes, producto del superávit fiscal, en mejorar el sistema de salud para que sea más inclusivo y de calidad».
Un mensaje para el gobierno
El veto del SEPROSA no es visto solo como una victoria política para Otra Historia, sino como un llamado de atención al gobierno de Carlos Sadir. Desde el partido exigen que los recursos disponibles se destinen a fortalecer la infraestructura, el equipamiento y el personal del sistema de salud pública en Jujuy.
Además, remarcan que la movilización ciudadana fue determinante en este proceso, enviando un mensaje claro a los actores políticos: “Jujuy no será un laboratorio de políticas que vulneren los derechos de su gente”.
¿Un nuevo actor en el tablero político?
El rol de Otra Historia en esta coyuntura posiciona al partido como una fuerza emergente en el escenario político jujeño, capaz de articular demandas sociales y movilizar a la ciudadanía. Este caso podría consolidarlos como un espacio político con capacidad de incidencia, especialmente en un contexto de creciente descontento con los partidos tradicionales.
El veto al SEPROSA abre un nuevo capítulo en el debate sobre la salud pública en Jujuy, pero también coloca sobre la mesa la posibilidad de un cambio en el mapa político de la provincia, con movimientos vecinales y periféricos como protagonistas.