Parte de la iglesia afirma: «A Milagro la metieron presa por defender a los pobres y a los desterrados»

Esta tarde curas de la opción por los pobres realizaron una misa en el acampe de la Tupac Amaru en Plaza de Mayo que comenzó esta semana en reclamo de la liberación de Milagro Sala. Presidida por Ignacio Blanco, la misa fue oficiada también por los curas Paco Olivera, Jorge Marenco, Eduardo de la Serna, Marcelo Ciaramela, Jacinto Aranda, Carlos Gómez, el diácono Riky Carrizo y Roberto Ferrari.

Al inicio de la misa, los curas comenzaron entonando «No dejes de cantar», de Teresa Parodi. Luego, en línea con la editorial publicada ayer por Jorge Eduardo Lozano, advirtieron sobre la utilización de líderes y organizaciones sociales como “chivos expiatorios” y señalaron que la crítica indiscriminada contra líderes comunitarios y agrupaciones populares puede alentar la creación de un clima hostil e intolerante, la «sutil xenofobia» sobre la que alertó el Papa Francisco. En ese marco, destacaron el rol de las organizaciones sociales que, recordaron, en su mayoría fueron producto de la crisis de 2001 y se hicieron cargo de atender las necesidades de aquellos más desprotegidos y que no eran representados por otros partidos políticos, sindicatos u otras instituciones. “Estas organizaciones son verdaderas redes que fortalecen el tejido social, que cuidan a los más frágiles ante el avance de la globalización de la indiferencia y la intemperie del abandono”, expresaron.

En ese contexto, realizaron una analogía entre Cristo, quien había sido perseguido y encarcelado, y Milagro Sala, a quien consideraron que llevaron a la cárcel por defender a los pobres y a los desterrados. Los cursas dejaron en claro que la Iglesia no busca conformarse con que el pobre tenga que ser pobre sino que, como lo hizo Milagro, debe luchar para que mejoren las condiciones de vida de los humildes. También destacaron que es obligación del Estado cuidar a los más vulnerables.

“Nos hagamos cargo del mensaje del Francisco de las tres T: Tierra, Techo y Trabajo. Milagro siempre ha trabajado para hacer de esta consigna una realidad”, dijeron. Y agregaron: «mal que les pese, Milagro es su hermana y tenemos una hermana presa».

Por último, los curas invitaron a los presentes a sumarse a una campaña para que el Papa Francisco no reciba a Mauricio Macri hasta tanto se libere a Milagro Sala.