Hoy no se votó solo una conducción en la Cámara del Tabaco de Jujuy. Hoy se votó poder real. Se votó territorio, caja productiva, músculo social, logística de campaña, y —sobre todo— una verdad incómoda para muchos: la política se decide donde late la economía, no donde gritan las redes.
La Lista Azul y Blanca, conducción que expresa Pedro Pascuttini, ganó con respaldo fuerte de los productores. Y no es un dato sectorial: es un mensaje provincial en una arena que no perdona amateurismo. La Cámara del Tabaco no es un centro de estudiantes ni un sello de ocasión: es una estructura viva, con décadas de gestión, con un sistema distributivo que funciona, con el FET como nervio sensible y con un ecosistema productivo que, para bien o para mal, es columna vertebral del NOA jujeño.
La derrota libertaria fue política, no gremial
La Lista Violeta no compitió sola: compitió el dispositivo libertario. Con diputados, senador, concejales, equipos, redes, padrones y épica importada. El problema es que en Jujuy, cuando la discusión aterriza en producción, costos, recaudación y sustentabilidad, las consignas se quedan sin nafta.
Manuel Quintar y Ezequiel Atauche —los dos popes del armado de La Libertad Avanza— quedaron expuestos en un terreno donde la política se mide en resultados, no en likes. Y el golpe es doble porque no fue en Capital, no fue en un set televisivo, no fue en un debate: fue en los Valles, en el circuito tabacalero, en la cocina del modelo. Ahí donde se decide el voto orgánico, el voto con memoria, el voto que compara campañas, no slogans.
Hoy el tabaco hizo lo que la sociedad viene pidiendo: ordenó la discusión con un hecho concreto. Y la lectura es simple: si Pascuttini puede ganar acá, puede ganar afuera.
“Fracasado” por no entrar al Congreso: el argumento más flojo del año
Las críticas que intentaron instalar en redes una idea de “fracaso” porque Pascuttini no logró banca nacional son de una pobreza estratégica alarmante. Primero, porque fue el único que tuvo la conducta institucional de pedir licencia para competir y no mezclar roles. Segundo, porque no se animan a decir lo obvio: el peronismo jujeño está partido, y aun así —en cualquiera de sus alas— sigue siendo el único espacio con volumen real para descarrilar el sueño libertario de gobernación.
Pero lo más importante: esa crítica evita reconocer que Pascuttini ya limó a los libertarios en Jujuy cuando fue a elecciones y superó los 61.500 votos. No le permitió alcanzar una banca nacional, pero ese número no es una anécdota: es una base. Es identificación. Es instalación. Es el primer ladrillo serio de una alternativa provincial con capacidad de sumar.
El peronismo y Jujuy encontró el nombre que no tenía
El peronismo en Jujuy tiene territorio, tiene historia y tiene militancia. Le faltaba lo que siempre define el cierre: un nombre ordenante. Un punto de convergencia que permita unidad sin humillación, amplitud sin rendición y futuro sin sectarismo.
Hoy ese nombre salió fortalecido. No porque se lo inventó un consultor, sino porque lo parió un resultado: ganó una elección real, con productores reales, con intereses reales, con costos reales. Ganó en el lugar donde se decide si una familia llega o no llega, si se levanta o no se levanta la cosecha, si hay o no hay caja para sobrevivir.
Y acá hay una clave: la unidad no se declama; se construye con hechos que bajan egos. Hoy los egos quedaron caros. Y el que no lo entienda, se va a quedar mirando desde la tribuna cómo se arma una mayoría con capacidad de gobierno.
Los libertarios ya se creen gobernación: soberbia temprana, error clásico
La Libertad Avanza está actuando como si la gobernación estuviera descontada. Eso no es confianza: es soberbia prematura. Y la soberbia, en política, siempre paga intereses.
Porque mientras ellos juegan al “ya ganamos”, el territorio les acaba de dar una señal brutal: no tienen el control del tejido productivo jujeño. Y sin tejido productivo, cualquier proyecto provincial se queda sin sustento. El voto de protesta puede ser fuerte, sí, pero el voto organizado —el que se mueve por interés colectivo y estructura— define elecciones.
Escenario 2027: la ruta está trazada
Hoy el tablero se movió. Y el mensaje es nítido:
- El tabaco ratificó conducción y modelo.
- Los libertarios recibieron una derrota simbólica y operativa.
- El peronismo encontró un vector posible de unidad con nombre propio.
- El gobierno respira, pero no controla el pulso social.
En criollo: se abrió la puerta de un frente grande, pragmático y competitivo, donde nadie sobra y donde la consigna no puede ser “yo”, sino “Jujuy”.
Menos ego, más trabajo. Menos secta, más mayoría. Menos marketing, más territorio.
Porque si algo quedó claro hoy es esto: Pascuttini frenó a Milei en seco en Jujuy, en la cancha donde se prueba el liderazgo: la de la economía real y el voto organizado.
Y cuando un dirigente demuestra que puede ganar ahí… el resto de la provincia empieza a mirarlo distinto.
