En un país desesperado por transparencia y coherencia, el Gobierno vapulea el sentido común con un relato fallido: prometió eliminar la pauta oficial —como un acto de austeridad y respeto ciudadano— y lo ratificó bajo Decreto 89/2023 y la Resolución 7147/24, que supuestamente suspendían todo gasto en propaganda estatal. Pero, como en todo truco mediático, el juego continúa… aunque se haga con otros actores.
Compañías públicas como YPF, Aerolíneas Argentinas y Banco Nación quedaron exentas de la prohibición. Y, más que simples excepciones técnicas, se convirtieron en cajas negras del relato, usadas para perpetuar una pauta oficial disfrazada, pero intacta. Estas “paraestatales” siguen anunciando, mientras el discurso oficial grita austeridad.
Los números son contundentes y escandalosos: YPF experimentó un aumento del 40 % en gasto publicitario con respecto a 2023, desembolsando casi 97.100 millones de pesos, una suma jamás vista desde su reestatización. Solo en el primer trimestre de 2025, ya superó los 32.600 millones, una cifra desorbitante que contradice el discurso de “pauta cero”.
Aerolineas y Banco Nación también se suman a este esquema opaco: se destinaron más de 547 y 539 millones respectivamente, consolidando un circuito discrecional de recursos hacia medios afines.
El gran engaño: de la transparencia al ocultamiento
El bloque legislativo “Democracia para Siempre” exigió informes detallados sobre estos gastos, cuestionando el reparto arbitrario y señalando que muchos medios beneficiarios son claramente afines al gobierno.
Más aún: medios como Minuto24 denuncian que esta operación es lisa y llanamente una pauta oficial encubierta. Aunque el discurso oficial proclame lo contrario, el sostén económico a través de YPF es una realidad innegable.
No se trata de un error administrativo: es un engaño deliberado. Se disolvieron instituciones de control, se entregaron cajas de pauta a aliados, y se consolidó una máquina propagandística opaca, todo mientras se hablaba de austeridad y fin del clientelismo mediático. El país necesita saber: ¿qué difunde YPF con ese dinero? ¿Quién se beneficia realmente de esta farsa?
En un contexto donde la verdad parece vestida de humo, es urgente exigir claridad: ¿“pauta cero” para todos, o para unos pocos con poder y tribuna?.