Ayer, Pedro Pascuttini —empresario del sector privado y candidato a diputado nacional— reunió a jóvenes profesionales y emprendedores en Vos y Voz, un encuentro realizado en PRÓCER (Av. España 1570). Allí ratificó la unidad del peronismo jujeño y convocó a una unidad más amplia: “la de todos los jujeños que producen, estudian y trabajan”.
Qué dejó la jornada de ayer

- Diagnóstico sin eufemismos. Pascuttini cuestionó el experimento radical que “prometió cambiar la matriz productiva” pero desvió recursos a empresas estatales ineficientes y a la timba financiera, dejando a las PyMEs afuera.
- Compromiso programático. Propuso redirigir el superávit hoy inmovilizado hacia salarios, crédito productivo y logística: “Cada peso ocioso debe convertirse en empleo”.
- Polo agroidustrial 2.0. Valor agregado para tabaco, caña, legumbres y vino con tecnología, trazabilidad y energías limpias: de exportar materia prima a exportar marca y conocimiento.
- Minería con valor local. Compras jujeñas, encadenamientos, cupos de empleo calificado y regalías transparentes para innovación.
- Emprender sin trabas. Ventanilla única, baja de tasas locales y fondo rotatorio para capital de trabajo de microemprendimientos y cooperativas.
- Juventudes como puente. Formación intensiva en oficios y tecnología, incubadoras en escuelas técnicas y pasantías pagas: “La integración entre la experiencia adulta y el siglo XXI la protagonizan ustedes”.
- Salarios y consumo. Paritarias por encima de la inflación y devolución impositiva selectiva para recomponer el mercado interno.
“El desarrollo no se decreta: se gestiona. Con los recursos que hoy duermen en bonos podemos mover salarios, crédito y producción. Con todos y para todos.” —Pascuttini, ayer.

Un estilo de gestión que viene del hacer
Pascuttini recordó su experiencia probada en complejos industriales de escala internacional y se comprometió a llevar esa lógica al Congreso: abrir mercados, defender a las PyMEs jujeñas y encender la economía real.
Por qué importa
La foto de ayer mostró algo más que un acto: una agenda común entre sector privado, trabajadores y juventudes, cansados de promesas y burocracia. Si el superávit deja de ser un juego financiero y vuelve a la calle en forma de salarios, crédito y obra útil, Jujuy puede dar el salto: polo agroidustrial sostenible 2.0.
Mensaje final: “Ayer dimos un paso. Mañana seguimos. Jujuy no está condenado: cuando el Estado deja de jugar al banquero y habilita a su gente, el trabajo vuelve a ser la gran política social.”