En una ciudad donde el desencanto se volvió rutina, donde la política parece haberse oxidado entre promesas vacías y gestos automatizados, este lunes ocurrió algo distinto, algo profundo: Perico presentó una lista de vecinos valientes, conscientes y decididos a ponerse al hombro el porvenir de todos, en un acto que, lejos de ser un trámite electoral, fue una proclamación emocional y política de un nuevo comienzo.
El anuncio fue encabezado por Isolda Calsina, presidenta del Partido LyDER (Libertad y Democracia Responsable), junto a Alejandra Mollón, secretaria del mismo, ambas integrantes del frente Jujuy Crece, quienes, lejos de apostar por las fórmulas de siempre, dieron un giro certero hacia el clamor de un pueblo que ya no quiere más de lo mismo. Apostaron a lo genuino, a lo que nace desde abajo, como el buen fruto de nuestra tierra: una lista compuesta por vecinos comunes, sí, pero extraordinarios en su compromiso, en sus historias de lucha, de caída y resurgimiento, como la de tantos periqueños que aún creen en la dignidad de hacer las cosas bien.
Una lista con rostro humano: la política hecha carne
Al frente de esta nueva propuesta se encuentra Fabricio Calivar, enfermero profesional, emergentólogo, presidente de la Fundación ECCOS, un hombre que ha caminado más barrios que candidatos, capacitando a miles de jujeños en técnicas de reanimación. “He soñado durante años con salvar vidas con las manos —afirma—, y ahora siento que es hora de extender ese sueño a toda la comunidad, salvar la vida social de Perico, desde lo que sabemos hacer: estar al lado de la gente”.
Lo acompaña Liliana Vacaflor, periodista, productora y emprendedora, una mujer de fe y convicciones, que desde sus redes construyó el medio con más seguidores en la región, volcándose a temas sensibles, con mirada de justicia y de empoderamiento femenino. “Yo aprendí a hacer de mi voz un canal para otras mujeres, para los que no son escuchados. Hoy, doy un paso más: voy a llevar esa voz al Concejo, para que no se calle nunca más”.
El tercero en la lista es Martín Llanos, periodista agropecuario de trayectoria nacional, asesor de diversas economías regionales. Su vínculo con Perico es productivo, técnico y afectivo. “Sé cómo se deterioraron nuestras estructuras, cómo el Estado fue cediendo terreno y cómo los productores fueron abandonados. Pero también sé cómo recuperarnos: con planificación, conocimiento y decisión. Y eso venimos a aportar”.
Le sigue Cecilia Segovia, docente joven, apasionada, apuesta por formación digital como complemento de curriculas rezagadas. “No podemos seguir educando con paradigmas del pasado —afirma—. Los jóvenes necesitan herramientas reales, pensamiento crítico y un entorno que los potencie. Mi compromiso es preparar a Perico para el siglo XXI”.
El día que Perico se miró al espejo y decidió cambiar
Este grupo no viene de un laboratorio político. No son rostros armados en encuestas ni improvisaciones de campaña. Son vecinos de carne y hueso, que decidieron presentar su propuesta antes que nadie, sin especulaciones, sin esperar el cierre de listas para ver en qué casillero podían acomodarse. Decidieron salir primero porque sienten que el tiempo se acaba, porque saben que Perico no aguanta más improvisación, ni propuestas recicladas, ni estructuras oxidadas.

“Somos hijos de esta sociedad. Nos equivocamos, caímos, aprendimos, trabajamos. No traemos fórmulas mágicas, pero sí algo que falta hace mucho en la política: decencia, coraje y sentido común”, expresaron al unísono, en un encuentro íntimo con vecinos, previo a su presentación, donde la emoción se palpaba en cada palabra, en cada abrazo, en cada gesto de quienes saben que esta vez puede ser diferente.
Un Concejo Deliberante al servicio de todos
El desafío es claro: transformar el Concejo Deliberante en un verdadero órgano de control social y legislativo, al servicio de cada ciudadano. Promueven una reconfiguración del espacio, con participación vecinal en tiempo real, uso de tecnologías para facilitar el acceso a la información pública, y políticas transparentes que todos puedan comprender y auditar.

“No queremos más un Concejo cerrado, donde se repiten ordenanzas sin impacto real. Queremos un espacio donde cada vecino se sienta parte, donde las decisiones se tomen con ellos, no a espaldas de ellos”, afirma Calivar. “Es hora de decir basta a la política que actúa como si el pueblo no pensara, como si no sintiera, como si no existiera”, remarca Vacaflor. “El tiempo de la pesada burocracia terminó”, resume Llanos.
Un llamado al respeto y a la esperanza
Pero más allá del programa, de las propuestas o del impacto mediático, lo que esta lista pone sobre la mesa es una ética distinta: invitan a no descalificar, a no convertir el debate electoral en un lodo de agravios. “Si alguien decide presentarse, merece respeto. Porque dar este paso significa poner en juego tu nombre, tu historia, tu trabajo. No es fácil, y no debe banalizarse”, dijo Mollón.

Esta es una convocatoria a la integridad. A reconocer el valor de quienes se atreven. A involucrarse. A dejar atrás la apatía. Porque, como dijo Isolda Calsina al cerrar el acto: “Perico fue cayendo en un socavón de abandono y desconfianza, se que hubo buena intenciones, pero las estructura no se oxigeneran a tiempo, ahora empieza una nueva propuesta a trepar hacia la luz. Y esta lista es el primer escalón”.
Hoy, Perico vuelve a soñar. Con un futuro posible. Con una política humana, creativa, justa. Y lo hace de la mano de sus vecinos.
¿Y si ganan los vecinos esta vez?