Piden a Fernández que declare esencial la actividad tabacalera
El gobernador de la provincia de Salta Gustavo Saenz, anticipó en declaraciones televisivas que solicitará al presidente Alberto Fernández que la actividad tabacalera sea incorporada como rubro esencial, para permitir el cierre de la campaña 2019-2020, la cual quedó interrumpida en la etapa final por los alcances de la cuarentena.
En este sentido, en Jujuy, esperan que la medida se instrumente de inmediato, como también la normalización de las transferencias del estado provincial a los productores, ya que el FET es gerenciado desde el Ministerio de la Producción, organismo que recibió una transferencia una semana atrás.
En los últimos días, desde la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, habían convocado a la reanudación del acopio y el proceso del cultivo en la planta; pero el personal administrativo y operario se negó por decisión de los dirigentes gremiales, que recomendaron acatar la cuarentena, ya que la actividad no está determinada en del decreto nacional como esencial.
En la actividad tabacalera se viven horas muy angustiantes, no solo por la caída continua de la renta, también por la incertidumbre constante generada por la ausencia de un precio de referencia con anticipación. Cada campaña el sector se encuentra a ciegas, sin un horizonte claro, las variables en una economía inestable, hacen que cultivar tabaco sea un enorme riesgo, no hay anclajes económicos para organizar el proceso productivo.
Sin embargo esta actividad, genera inmensos ingresos al estado nacional en términos de recaudación, ya que el producto final –cigarrillos- se compone en un 72% de su estructura comercial en base a impuestos, la exportación de la producción genera divisas importantes a la caja nacional, y en el territorio este cultivo posee una característica sobresaliente, es intensivo –el mas alto empleador por superficie cultivada.
Hoy las autoridades nacionales y provinciales, tienen la responsabilidad de ocuparse con criterio y profesionalismo, de rescatar la actividad de un crash, no solo hay una caída en la recaudación, una disminución en las ventas internacionales, todo el sistema quedó rezagado para sostener con expectativas esta economía regional.
Los insumos y servicios siempre en alza, las presiones patronales, fiscales y la política divorciada de la realidad de los productores, van secando las esperanzas de los mismos; la retracción sigue profundizándose y las repuestas cada vez llegan más tarde.
Es necesario refundar la organización de la cadena productiva, en todos sus eslabones, desde el surco hasta los escritorios, con la participación auténtica de productores, con demandas y soluciones cercanas a la búsqueda legítima de la sustentabilidad de los agricultores, tomando distancia de la cooptación tanto de la política como de la industria; en cuanto a la primera, debe ser un instrumento de protección y fomento de la actividad, no un socio cómodo, que siempre gana, nunca arriesga y que jamás perdió un solo centavo.
