Provincias del NEA-NOA en la mira de los cárteles de la droga

 Provincias del NEA-NOA en la mira de los cárteles de la droga

La revista mexicana «Proceso» aseguró que el cártel de Sinaloa, que lidera el fugado Joaquín «Chapo» Guzmán, había ampliado su campo de operaciones a provincias del Norte Grande (NEA-NOA), particularmente Formosa, Misiones y Chaco, donde establecó centros de producción, acopio y distribución de drogas. Su ubicación es estratégica, pues colindan, con Paraguay, Bolivia y Uruguay.

Regiónnortegrande.com.ar || Para ello, dichos cárteles, cuentan con la complicidad de las autoridades de esa Nación sudamericana que, a diferencia de las colombianas o chilenas, no hacen nada para frenar «la invasión mexicana». «El Chapo» instaló centros de producción de droga en esas provincias. «En los últimos años Argentina se ha transformado en un centro de producción de drogas sintéticas».

Los principales cárteles mexicanos de la droga lograron expandirse hasta el norte de Argentina, donde operan a sus anchas mediante complicidades sui generis. En revelaciones exclusivas a Proceso como parte de una investigación que realiza en ese país, el especialista Edgardo Buscaglia explica que esas organizaciones delictivas buscan lugares donde reine impunidad y puedan lograr penetración social para actuar con total libertad.

Entrevistado desde México mientras viaja por Argentina, a donde acudió junto con su equipo de trabajo para efectuar un sondeo de campo sobre las andanzas de los cárteles mexicanos, el especialista revela a Proceso sus hallazgos y la manera en que los barones de la droga se infiltran en las comunidades más pobres de ese país. Y lo hacen, puntualiza Buscaglia, mediante el trabajo social que impulsan las iglesias, en especial las evangélicas, que han ganado poder, espacios e influencias en los gobiernos locales.

El cártel del Chapo llegó a la provincia del Chaco en 2007. Su emisaria fue María Alejandra López Madrid, quien tenía como objetivo poner en funcionamiento la «Iglesia Evangélica del Nuevo Milenio», según reveló a medios de aquel país Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la Argentina.

Al cabo de dos años no había ninguna información de lo que hizo en ese templo enclavado en una de las zonas más pobres del país. No fue sino hasta agosto de 2009 cuando se suscitó un conflicto entre los habitantes del lugar y un mexicano que aseguró ser pastor y reclamaba la iglesia. Intervinieron las autoridades y el supuesto pastor se identificó con el nombre de Jerónimo López Valdez; reiteró que iba para hacerse cargo del templo.

La policía argentina verificó los datos y comprobó que nadie con ese nombre había ingresado al país y que en México no había registrado pastor alguno con ese nombre. Lo que sí encontraron fue una fotografía con el nombre de Víctor Hugo López Valdez, una persona con antecedentes penales y que en México era buscado por narcotráfico.

El mismo Claudio Izaguirre dio a conocer que la mujer que dos años antes había fundado el templo fue detenida por las autoridades de Paraguay el 2 de mayo de 2009 «por actividades ilícitas».

El 28 de agosto de 2009, Radio Fénix de la provincia La Rioja difundió: «El cártel mexicano de Sinaloa pretendería instalarse en Chaco mediante la fachada de iglesias evangélicas» se estima que los individuos tratarían de enviar efedrina al exterior mediante vuelos ilegales».

La radiodifusora reprodujo una declaración del integrante de la Asociación Antidrogas, Claudio Izaguirre: «Hay fuertes sospechas de que el Norte Grande (NEA-NOA) sería usado para enviar ilegalmente al exterior, por avionetas, importantes cargamentos de efedrina» pueden transportar hasta 600 kilogramos. Salen de Argentina, arriban al suelo mexicano y hacen escalas en Perú, Costa Rica, Panamá, Nicaragua, Honduras y Guatemala».

En mayo de 2010, el periodista mexicano especializado en temas de narcotráfico José Reveles indagó el caso del Chaco y lo documentó en su libro El cártel incómodo.

El 18 de mayo de 2010, la prensa argentina divulgó la versión de que elementos de la agencia antidrogas estadunidense (DEA) estarían en Resistencia, capital de la provincia del Chaco, para indagar la presencia de operadores del Chapo Guzmán y el uso de iglesias evangélicas como fachada para encubrir sus actividades. Si bien la presencia del cártel de Sinaloa en algunas provincias de Argentina no se detectó hasta 2009, según los funcionarios antidrogas de ese país ya operaba desde 2007.

Protección política

AL

Marcelo E. Decoud, director regional para América Latina y el Caribe de la International Compliance Association, con sede en Londres «institución que imparte capacitación en materia de criminalidad financiera y combate el lavado de capitales», sostiene que las organizaciones criminales utilizan iglesias con representación en varios países de Latinoamérica para el lavado de dinero.

El investigador enfatiza que esa relación «es un factor de penetración muy importante para que los grupos criminales cuenten con protección social. Ésta es tan importante como la protección política. No puede entender hoy cómo El Chapo se protege si no se entiende el ángulo social de esa cobertura que tiene una faceta religiosa».

Mediante su trabajo, el experto se ha percatado de que los cárteles establecen centros productivos en lugares donde pueden realizar sus actividades de manera abierta y notoria. «Para ello necesitan dos cosas: la protección política y la protección social, que implica que la población no los denuncie, no los expulse. No todo se logra con amenazas ni con asesinatos!», puntualiza.

Iglesias evangélicas

En poblaciones en donde no estaban acostumbrados a este tipo de «inversores» hoy se observan emprendimientos inmoviliarios y/o productivos de cárteles mexicanos en esa región.

Según la revista Proceso, el gobierno argentino permite la presencia de esos grupos y eso significa que también existen indicios de penetración política.

El siguiente paso es la penetración patrimonial en el sector privado, sobre todo en las empresas farmacéuticas. Incluso recuerda que en Argentina ya se han presentado en fechas recientes varios homicidios de empresarios de este ramo.

México ha sido su base de corrupción, de poderío político que les ha permitido expandirse a otros países. Ellos, cuando incrementan su riqueza tratan de diversificar sus posiciones para minimizar riesgos.

«No eligen cualquier país; por ejemplo, no se van a Chile o a Colombia a establecer sus bases productivas; acuden a lugares donde hay más impunidad, como Argentina. En este momento «explica» ese país tiene índices muy altos de impunidad en donde causas ligadas a grupos criminales prescriben, no se les tipifica como delincuencia organizada; amplios sectores políticos están siendo penetrados por grupos criminales y por eso la presencia del cártel de Sinaloa en Argentina no es casual. Ellos buscan paraísos patrimoniales, como México y Argentina».

Buscaglia destaca el trabajo de Paraguay y de Brasil para frenar la presencia de cárteles de la droga. «Ahí no hay surgimiento como hongos de bases productivas; sí se observan en Argentina, donde la impunidad es mayor y, por lo tanto, la vinculación con iglesias responde a intereses productivos, patrimoniales y políticos de los grupos criminales».

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