«Roma no paga traidores, pero el pueblo sí paga hambre»

«Roma no paga traidores, pero el pueblo sí paga hambre»


El delirio imperial de Javier Milei: historia, motosierra apagada y un país en ruinas

Javier Milei citó a Roma: «Roma no paga traidores», dijo con la soberbia de quien se cree emperador en una Argentina devastada. El Presidente intenta gobernar con anécdotas de imperios caídos mientras su gestión multiplica la miseria, desbarranca la esperanza y convierte cada día a millones de argentinos en víctimas de una motosierra que, más que cortar privilegios, desangra derechos.

No es una metáfora. Hoy más del 70% de la población argentina vive en la pobreza o al borde de ella. El salario promedio no cubre ni la mitad de la canasta básica. Los comedores populares colapsan, las universidades resisten con lo poco que queda y los jubilados —esos mismos que le dieron parte de su confianza electoral— deben elegir entre medicamentos y alimentos.

¿Dónde está la famosa motosierra que prometía terminar con la “casta política”? Nunca se encendió como el electorado esperaba. Milei ha preferido ajustar sobre los más débiles mientras pacta con sectores económicos concentrados, dolariza los precios, reprime la protesta social y exporta un modelo financiero que ni los propios mercados logran digerir.


El ajuste que no ajusta a los poderosos

La motosierra, que alguna vez fue símbolo de ruptura, hoy se parece más a un serrucho oxidado que solo corta los hilos que sostenían a la clase media. Se habló de «terminar con los privilegios» pero no se tocó el gasto militar, no se redujeron las prebendas judiciales, y mucho menos se reformó el sistema bancario. En cambio, se podaron ministerios, se vaciaron las políticas sociales y se destruyeron las herramientas de contención económica.

El pueblo paga la crisis con desempleo, inflación de dos dígitos mensuales, dólar en alza constante y una brutal caída del consumo. Mientras tanto, los voceros libertarios se burlan de los docentes, desprecian a los artistas, demonizan a los científicos y coquetean con el negacionismo histórico.

  “Milei frente al abismo: el sistema ya le soltó la mano”

Del Coliseo al circo de redes

Milei no es un emperador romano, aunque se vista como uno. Su gestión se parece más a un reality show de redes sociales, donde los enemigos se definen por “likes” y los aliados se premian con embajadas, mientras el país real se desangra.

El Presidente se ha rodeado de cortesanos virtuales, tuiteros de escritorio que lo defienden con memes mientras millones pierden sus trabajos, las pymes cierran y los gremios multiplican medidas de fuerza. El Estado, que decía venir a demoler, lo sostiene hoy con una estructura paralela de propaganda, vigilancia y favores cruzados.

Y como si fuera poco, empieza a caer la narrativa heroica. Las promesas de dolarización, inflación cero y crecimiento inmediato se estrellan contra la evidencia. Lo único que crece es el malestar social.


El núcleo duro: entre la espera y la decepción

A Milei lo sostiene un núcleo duro que aún espera. Espera que la motosierra se encienda de verdad. Espera que «la casta» pague los platos rotos. Espera que algún día las decisiones drásticas traigan resultados. Pero la paciencia no es eterna. Y cuando el hambre golpea la puerta, ni el liberalismo dogmático ni las citas romanas sirven de escudo.

Ese mismo pueblo que votó por la motosierra para cortar privilegios puede, en un futuro cercano, hacerle pagar a Milei el precio de la traición. Porque como bien dijo el mandatario, «Roma no paga traidores». Pero esta vez, no será el imperio quien decida, sino la democracia.

Y si la historia sirve de algo, no hay imperio —ni Twitter ni motosierra— que pueda resistir el juicio de un pueblo defraudado.

  Mercosur en la cuerda floja: Lula juega con fuego, Trump amenaza y el NOA tiembla

¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *