Redacción Perico Noticias // El adelantamiento de las elecciones en Jujuy no es un movimiento audaz, sino un reflejo del miedo. La UCR jujeña, conducida en las sombras por Gerardo Morales, ha decidido jugar a la supervivencia, forzando una contienda temprana para evitar el derrumbe total de su hegemonía en octubre.
Este adelanto pone en el centro de la escena a Carlos Sadir y Raúl “Chuli” Jorge, dos figuras que han asumido el rol de pararrayos del desgaste oficialista, con la esperanza de contener la inevitable embestida de un electorado furioso. Pero, ¿pueden realmente sostener la estructura política de un radicalismo que traicionó su propio discurso y desoyó el reclamo de cambio?
Un gobierno que expone a Sadir y Chuli para salvar lo insalvable
Carlos Sadir no será candidato, ni tampoco los intendentes que hoy representan la estructura territorial del oficialismo. Sin embargo, él y Chuli Jorge han quedado expuestos como el escudo político de una gestión que enfrenta una desaprobación creciente.
🔹 Sadir mantiene un perfil bajo, su imagen de “hombre sencillo” ha sido su mayor fortaleza, pero ahora es su peor debilidad. Ser el rostro del gobierno lo obliga a absorber el malestar ciudadano, y su liderazgo discreto no soportará la presión electoral sin un desgaste acelerado.
🔹 Chuli Jorge, con el peso de gestionar el 53% del electorado provincial en el Gran Jujuy, tampoco es una figura intocable. Su gestión enfrentó la primera gran desaprobación en 2024, y aunque aún le queda algo de capital político, su imagen ya no tracciona como antes.
El problema para el oficialismo no es solo la falta de candidatos competitivos, sino la carga que representa la sombra de Gerardo Morales, el hombre que Jujuy juzgará en estas elecciones.
Una UCR que prometió cambio y terminó hundida en el sistema que juró combatir
Desde 2011, el radicalismo jujeño hizo campaña con promesas que nunca cumplió. Su discurso de modernización y transparencia se diluyó en una estructura burocrática más ineficiente que nunca.
📌 Las listas sábana, que Morales prometió eliminar, siguen intactas.
📌 La coparticipación municipal, que el oficialismo prometió mejorar, sigue siendo una herramienta de sometimiento político.
📌 La alternancia y la renovación, valores que la UCR decía representar, fueron reemplazados por una casta radical que gobierna desde hace más de una década sin competencia real.
📌 El Estado creció en forma descontrolada, con empresas estatales (SE) que actúan como cajas políticas y una presión fiscal que estrangula al sector privado.
📌 La transparencia y eficiencia del Estado son una farsa, mientras los jujeños siguen sometidos a una maquinaria burocrática diseñada para beneficiar a unos pocos.
En este contexto, el 11 de mayo no es solo una elección anticipada: es un juicio político del pueblo a la casta radical.
La ola libertaria avanza: el fenómeno Milei y la implosión del radicalismo
La encuesta en CABA revela un avance sostenido de La Libertad Avanza sobre el PRO y el peronismo. Si esto sucede en la capital del país, el impacto en el interior es aún mayor, especialmente en provincias donde el discurso anticasta ha calado con mayor fuerza.
📊 LLA lidera con 36 puntos en intención de voto.
📊 El peronismo (kirchnerismo incluido 9) sobrevive con 21 puntos, pero sin estructura clara.
📊 El PRO se debilita, oscilando en los 10 puntos, cada vez más relegado.
📊 La UCR casi desaparece con 4 puntos, reflejando un derrumbe que parece irreversible.
Estos números anticipan una tendencia que se refleja en Jujuy: la estructura radical está perdiendo hegemonía, mientras crece el voto castigo a todo el sistema tradicional.
El electorado no está buscando caras nuevas, está buscando romper con todo lo que representa el poder enquistado. Y en Jujuy, la casta es la UCR y el PJ, que siguen siendo socios políticos y económicos.
Los intendentes y el dilema del derrumbe
El adelantamiento de las elecciones es un manotazo desesperado para contener la caída, pero los intendentes del oficialismo ya han tomado nota de algo más grave:
📍 Sus bases están implosionadas. La militancia ya no responde.
📍 Los cuadros dirigenciales están vacíos, solo quedan «allegados» que no tienen peso político.
📍 El electorado ya no cree en nada. La condena es total, no solo a los políticos, sino también a los medios, las instituciones y los sectores empresariales que se beneficiaron del sistema.
📍 La imagen de Morales es insalvable. Aunque Sadir y Chuli intenten sostener la estructura, el pueblo votará con un mensaje claro: Jujuy necesita romper con el modelo de los últimos 15 años.
El 11 de mayo: el juicio popular a la casta jujeña
Las redes sociales ya han sentenciado el clima electoral: el voto castigo es un fenómeno irreversible. El oficialismo intentará remontar la ola con obra pública y una campaña desesperada, pero la realidad es que el modelo político de Jujuy está agotado.
Los ciudadanos ya han tomado una decisión: esta elección será una bisagra. Sadir y Chuli podrán ser los escudos del oficialismo, pero no podrán frenar una avalancha de repudio que amenaza con borrar la hegemonía radical en la provincia.
El 11 de mayo será el día en que el pueblo jujeño pondrá en jaque a los mismos que prometieron cambio y traicionaron cada palabra.