En el corazón del proyecto político libertario liderado por Javier Milei, emerge una figura cuya influencia trasciende los despachos oficiales y las cámaras de televisión: Santiago Caputo. Mientras los reflectores apuntan al presidente y a Karina Milei, Caputo construye pacientemente las bases de un esquema de poder que se extiende a lo largo del país. Junto a los hermanos Milei, forma el “triángulo de hierro”, desde el cual se diseñan las estrategias que están reconfigurando el escenario político nacional.
El poder libertario desde las sombras
Desde su rol como cabeza de la Unidad de Información Financiera (UIF) y su influencia sobre múltiples áreas sensibles del Gobierno, Caputo ha demostrado ser mucho más que un simple técnico. Es el cerebro detrás de una estrategia de poder que no solo busca consolidar la agenda libertaria en el corto plazo, sino también proyectarla hacia el futuro.
El llamado “triángulo de hierro”, conformado por Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo, opera como el núcleo estratégico que define las prioridades del Gobierno. Su influencia abarca desde la implementación de políticas económicas hasta la construcción de un entramado político destinado a sostener y expandir el modelo libertario en las provincias.
El impacto en el NOA: Jujuy como centro estratégico
En el norte argentino, y especialmente en Jujuy, Caputo ha desplegado un entramado político destinado a consolidar las bases del libertarismo en una región históricamente vinculada al peronismo y al radicalismo. A través de alianzas con operadores políticos locales y figuras emergentes, Caputo busca garantizar que las premisas libertarias no solo lleguen al Congreso, sino que se traduzcan en políticas concretas a nivel provincial y municipal.
La estrategia de Caputo para el NOA incluye la promoción de legisladores alineados con la filosofía de Javier Milei, con miras a las elecciones de 2025. Pero su mirada no se queda ahí: su plan a largo plazo es ganar terreno en las intendencias y gobernaciones en 2027, transformando el modelo libertario en una fuerza dominante en el norte argentino.
El modelo Milei-Caputo: entre pragmatismo y revolución
Caputo ha sabido balancear la ideología libertaria con un pragmatismo que lo convierte en un operador político único dentro del gobierno. Si bien las bases de su estrategia descansan en los principios de libertad económica y reducción del Estado, también ha demostrado una capacidad para negociar con actores clave, tanto en el ámbito nacional como en las provincias.
En Jujuy, por ejemplo, su influencia ya se percibe en los sectores vinculados a la explotación del litio y el turismo, donde busca implementar un modelo que combine inversiones privadas con una gestión estatal mínima, pero eficiente. Esta visión no solo responde a las demandas del presente, sino que busca sentar las bases de un modelo exportable a otras provincias.
Un futuro teñido de violeta
La irradiación del modelo libertario impulsado por el triángulo de hierro está comenzando a colorear el mapa político argentino. Desde el sur hasta el norte del país, las políticas libertarias están ganando terreno, tanto en el discurso público como en la acción política concreta.
Santiago Caputo, en particular, se perfila como el arquitecto de una red que busca consolidar el poder libertario a nivel nacional. Su influencia se extiende más allá de los límites visibles del Gobierno, tejiendo alianzas estratégicas que podrían definir el rumbo del país en la próxima década.
Hacia un 2027 libertario
Con los ojos puestos en las elecciones de 2025 y un plan claro para 2027, Caputo y el triángulo de hierro están transformando la política argentina desde sus cimientos. Jujuy y el NOA, tradicionalmente considerados bastiones del federalismo tradicional, están en el centro de este proyecto, con la mira puesta en una renovación política que promete llevar el libertarismo a cada rincón del país.
