Los datos que circularon la segunda semana de agosto encendieron las alarmas de recesión, sin embargo, los datos oficiales del Departamento de Comercio para el segundo trimestre trajeron calma y expectativas optimistas para invertir. El PBI alcanzó un crecimiento interanual del 3%.
Durante el período 2022/2023, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) produjo el aumento de las tasas de referencia más violento de los últimos 40 años con el objetivo de contener la inflación. El impacto de este tsunami financiero se hizo sentir en todos los mercados, especialmente en el de bienes durables, generando una distorsión enorme. En 2023, el mercado inmobiliario de USA se contrajo un 36%, una caída sin precedentes desde la crisis de las hipotecas en 2008, que a su vez fue la mayor desde la gran recesión de los años 1929/30.
Ahora, Jerome Powell, presidente de la FED, busca evitar una crisis financiera y laboral en el país al bajar las tasas de referencia, medida que se aplicará incluso con los números optimistas que resultaron del Análisis Económico del Departamento de Comercio norteamericano. Pese a lo esperado para el segundo trimestre de 2024, el PBI creció, alcanzando un 3% interanual, lo que refleja, no solo una estabilización de la economía, sino también aceleración y calma para los inversores.
En este contexto, Marcos Victorica, economista y CEO de BAS Storage, analiza: “La tasa de los bonos del tesoro americano a 10 años está en la zona de 4%. La inflación resultó en un 2,4%, con lo cual las tasas de corto deberán converger a la zona de 2.5% a 3%”. La baja de tasas que comenzaría en septiembre y se intensificaría hacia fin de año, será el alivio para quienes buscan crédito para acceder a una vivienda.
A su vez, acelera la demanda de espacios de almacenamiento, que ha crecido de manera constante, impulsada por factores como el aumento de la movilidad y la reducción del tamaño de las viviendas. El crecimiento de esta industria en todo el mundo fue del 5% anual. En algunas zonas de Estados Unidos, como La Florida, se proyecta un crecimiento del 26,6% de la superficie destinada a esta industria, datos de Yardi Matrix.
Invertir en self-storage ofrece ventajas atractivas para los inversores que buscan renta fija. Además de ofrecer una diversificación efectiva en una cartera de inversiones, “es menos susceptible a las fluctuaciones del mercado inmobiliario tradicional, tiene muy bajo riesgo de desocupación y está respaldada por un inmueble cuyo valor muy probablemente se incrementará con la aplicación de las nuevas tasas de referencia de la FED”, explica Marcos Victorica. Hoy, la ocupación supera el 92% y, con una reactivación del real estate, podría dispararse aún más.
Según los datos oficiales, el crecimiento del PBI ha sido impulsado principalmente por un aumento en el gasto de los consumidores y la inversión privada, junto con un mercado laboral que se estabiliza. Los efectos ya se están observando y esto recién comienza. La industria de self-storage está bien posicionada para acentuar su crecimiento en un entorno económico estabilizado y con tasas de interés más bajas.