Cristina Fernández de Kirchner nunca vio a Jorge Capitanich como presidenciable. Ni siquiera lo eligió para integrar el binomio 2011-2015. Sí lo imaginó, al igual que Edurdo Duhalde, jefe del Gabinete de Ministros, y lo designó en 2013, cuando Juan Manuel Abal Medina (hijo), ya era «il morto qui parla». Si es cierto que Cristina imaginó a Urribarri como sustituto de Capitanich, es una sutil manera de indicarle que el futuro no es presidenciable.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (U24 Entre Ríos). La versión -no desmentida- consiste en queJorge Capitanich quiere regresar a Chaco para poner orden en su Gobernación antes de que Aída Ayala, alcalde de Resistencia, expulse a los peronistas del poder. Tanto Sergio Massa como Mauricio Macri intentan seducir a Ayala, seguros que, con ella al frente, pueden derrotar al Frente para la Victoria en Chaco.

Entonces, Capitanich tiene una situación compleja y, además, en la Jefatura de Gabinete de Ministros acabó su ciclo, entre el descrédito popular y un deterioro de su imagen personal que no había sufrido en su anterior revés en ese cargo, junto a Eduardo Duhalde. Por entonces, la culpa parecía ser de los errores de Jorge Remes Lenicov, que provocaron su reemplazo a manos de Roberto Lavagna, para alegría de Organización Techint.

Pero en 2014, lo de Capitanich fue patético, y si alguna vez hubo ambición presidencial, ya se ha extinguido para siempre.

La versión continúa con una oferta supuesta de Cristina a Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, para que se haga cargo de la Jefatura de Gabinete, pero Urribarri habría rechazado el convite, ratificando su deseo de competir en las PASO del Frente para la Victoria por la candidatura presidencial.

El dato no es el rechazo de Urribarri -evidentemente, conocedor de que en la Jefatura de Gabinete en tiempos tan difíciles como los que han comenzado para la Administración Cristina, él quedaría muy averiado con velocidad sorprendente-.

El dato importante es que, en caso de confirmarse el rumor, Cristina no piensa preservar a Urribarri para la elección interna del FpV y está dispuesta a sacrificarlo en la pira del FpV.

Muy concreto: Cristina no ve a Urribarri como presidenciable; y el máximo horizonte del gobernador en el Ejecutivo Nacional es la Jefatura de Gabinete. Para la imagen que pretende instalar Urribarri, un revés durísimo.

La web La Politica Online insistió en que «según fuentes con acceso frecuente a la Rosada, Cristina le ofreció el puesto al gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, antes que a cualquier otro de los candidatos para reemplazar a “Coqui”. Pero como Urribarri, acaso olfateando que su candidatura presidencial podía irse por los caños como la de Capitanich, rechazó la oferta y complicó todo el proceso de cambios que se gesta en el gabinete. Cerca del gobernador de Entre Ríos negaron de plano esa versión. «Nunca le ofrecieron nada», aseguraron sus voceros.(…)».

Así queda planteada la duda acerca de si existió o no tanto el ofrecimiento como el rechazo, pero la cuestión es cómo Cristina evalúa la imagen y la personalidad de Urribarri. 

Se conoce que en las encuestas de opinión pública, Urribarri no consigue acercarse ni a Daniel Scioli ni a Florencio Randazzo. Ni siquiera a Julián Domínguez. Pero él insiste en que es precandidato. ¿Y Cristina qué dice del ‘Pato‘ Urribarri? Todo indica que ella no toma en serio la presidencialidad.