Redacción Perico Noticias // El Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, cerró el 2024 con un decreto que confirma la prórroga del Presupuesto 2023 por otro año. Sin acuerdo en el Congreso y sin convocar sesiones extraordinarias, el Ejecutivo optó por extender el plan de gastos y recursos vigente, dejando a las provincias y a toda la estructura administrativa nacional en un limbo presupuestario que podría tener consecuencias imprevisibles.
¿Qué significa esto para el país? ¿Cómo afecta a las provincias como Jujuy, que dependen en gran medida de las asignaciones del gobierno nacional? Y, sobre todo, ¿qué dice esta situación sobre las prioridades políticas y económicas del oficialismo?
¿Dos Años Sin Presupuesto? ¿Es Grave?
Para entender el impacto, hay que recordar que el presupuesto nacional es como un mapa de ruta: define cuánto dinero se destina a cada área y en qué se puede gastar. Cuando no se aprueba un presupuesto nuevo, se usa el anterior con algunas «adecuaciones». Esto significa que el Ejecutivo tiene mayor discrecionalidad para mover partidas, pero también que las provincias y otros sectores pueden quedar «desactualizados» frente a la inflación y nuevas necesidades.
En 2024, Javier Milei demostró que es posible gobernar sin un presupuesto aprobado. Sin embargo, esto no es ideal. La falta de un plan actualizado complica la planificación a largo plazo, tanto para el Gobierno nacional como para las provincias. Las necesidades cambian, los costos suben y el dinero ya no alcanza para cubrir lo esencial.
¿Qué Significa Esto para las Provincias?
Provincias como Jujuy, que dependen en gran medida de los impuestos coparticipables y fondos específicos de Nación, son las más afectadas. Sin un presupuesto actualizado, los montos a distribuir se basan en criterios antiguos, sin contemplar la inflación o el aumento de costos. Esto significa menos recursos para salud, educación, infraestructura y programas sociales.
Para Jujuy, cuyo presupuesto provincial ronda los 2 billones de pesos, no tener una actualización en el esquema nacional significa una mayor dependencia del Gobierno central. Además, la provincia deberá recurrir a acuerdos políticos y condicionamientos adicionales para asegurarse de que las transferencias lleguen a tiempo.
¿Y Qué Pasa con el Adelantamiento de Elecciones en Jujuy?
El panorama se complica aún más cuando se habla de elecciones anticipadas. Desde hace semanas, se especula con la posibilidad de que la provincia decida adelantar los comicios legislativos. Pero, ¿cómo se financia una elección cuando no hay presupuesto actualizado y los recursos locales no alcanzan?
Con la vigencia del presupuesto 2023, las provincias enfrentan una realidad de ajuste o austeridad extrema. Esto pone en evidencia que cualquier intento de adelantar las elecciones sería una maniobra puramente política, sin sustento financiero real. En otras palabras, no hay dinero para pagar la fiesta, y las intenciones de desviar fondos asignados a otras áreas serían inviables bajo el actual esquema de control.
¿Qué Opciones Quedan?
- Ajuste o Austeridad Extrema: Las provincias tendrán que priorizar gastos esenciales y recortar todo lo demás. Esto podría generar tensiones sociales y políticas significativas.
- Más Dependencia de Nación: Sin recursos propios suficientes, provincias como Jujuy dependerán más que nunca de las transferencias discrecionales, aumentando su vulnerabilidad frente al poder central.
- Postergación de Elecciones: Si no hay fondos, las elecciones anticipadas podrían quedar en pausa, exponiendo aún más la fragilidad de los argumentos políticos detrás de esta propuesta.
El Ajuste, el Poder y la Realidad
La decisión del Gobierno nacional de prorrogar el presupuesto 2023 no es solo un problema técnico: es un reflejo de las tensiones políticas y económicas que atraviesan al país. Para las provincias, esto implica mayores desafíos en un contexto ya de por sí crítico. Y para Jujuy, pone en evidencia que los intentos de adelantar elecciones no son más que una maniobra desesperada en un escenario de recursos limitados.
En un momento donde cada peso cuenta, los gobernantes se enfrentan a una elección inevitable: priorizar el bienestar de sus ciudadanos o sostener estructuras políticas que ya no responden a las necesidades del pueblo. El 2025 promete ser un año de definiciones, y Jujuy está en el centro de esta tormenta.