En una entrevista reciente, el Ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, anunció una medida histórica para el comercio exterior argentino: la eliminación de la normativa que exigía la supervisión de un veedor de la industria local en las importaciones. Esta disposición, que estuvo vigente por más de 30 años, era una fuente de sobrecostos y oportunidades para la corrupción.
Sturzenegger calificó la regulación como «un escándalo», argumentando que imponía una carga innecesaria sobre los importadores, quienes debían cumplir con requisitos proteccionistas que solo beneficiaban a sectores específicos de la industria local. «Si alguien quiere importar caños para petróleo, ¿por qué necesita un veedor de la industria siderúrgica?», cuestionó.
El ministro explicó que esta normativa era un claro ejemplo de cómo el exceso de trámites y burocracia no solo incrementa costos, sino que fomenta la corrupción y el proteccionismo encubierto. La decisión de eliminarla forma parte de una serie de medidas destinadas a simplificar la administración aduanera, alineadas con la agenda de desregulación del gobierno.
Además, Sturzenegger destacó la eliminación de otra traba impuesta por el kirchnerismo que afectaba a las exportaciones. La exigencia de un seguro adicional sobre el valor de las mercaderías exportadas, que complicaba y encarecía las operaciones, también ha sido removida. Esta simplificación, según el ministro, permitirá aumentar la competitividad de los exportadores argentinos, reduciendo costos y eliminando una capa innecesaria de trámites.
El ministro enfatizó que la agenda anticorrupción está directamente vinculada con la simplificación del sistema: «Si no hay trámite, nadie puede pedirte nada», afirmó, destacando que el desmantelamiento de estas barreras reducirá las oportunidades de corrupción y promoverá un comercio más ágil y transparente en Argentina.
