Redacción Perico Noticias // El estado provincial tiene una oportunidad única para demostrar que está dispuesto a jugar un papel activo en el respaldo de una actividad privada tan significativa como el cultivo de tabaco. Este sector no solo genera empleo directo e indirecto, sino que también es un motor clave para los servicios y la economía local. Sin embargo, la falta de políticas públicas sólidas y enfocadas ha dejado a los productores en una situación de vulnerabilidad frente a un mercado global que requiere rapidez y adaptabilidad.
La relación entre el gobierno provincial y los productores tabacaleros está marcada por una notable asimetría. Por un lado, el estado mantiene una posición cómoda, recaudando ingresos a través de tributos y tasas que no han disminuido a pesar de las crisis que atraviesa el sector. Por otro lado, los productores cargan con el peso de la incertidumbre y la falta de infraestructura adecuada que les permita competir en igualdad de condiciones. En lugar de invertir en programas que fortalezcan la cadena de valor del tabaco, el gobierno ha destinado recursos a proyectos estatales que hoy enfrentan cuestionamientos por ser deficitarios.
Es momento de que el estado provincial tome decisiones estratégicas y de largo plazo para apoyar a los tabacaleros. Reducir costos de producción mediante incentivos fiscales, garantizar la transparencia en la fijación de precios y fomentar la inversión en infraestructura son medidas que podrían marcar la diferencia. Además, liberar al sector de injerencias excesivas y burocráticas permitiría que los actores privados resuelvan sus problemas con mayor autonomía y eficiencia.
El modelo actual, donde el estado provincial es el principal empleador formal, es insostenible y representa un fracaso económico que solo perpetúa la dependencia de los recursos generados por las empresas privadas y los ciudadanos comunes. El gobierno tiene la oportunidad de revertir esta dinámica, promoviendo una economía donde el sector privado sea el verdadero motor de generación de empleo y riqueza en la provincia.
La eliminación de las retenciones a nivel nacional ha sido un alivio para los exportadores de tabaco, pero el impacto de esta medida debe trasladarse directamente al precio que reciben los productores. Esto requiere una negociación sólida y un gobierno que actúe como aliado, no como un simple observador pasivo. Es hora de desafiar al gobierno provincial a pelear al lado de los tabacaleros, demostrando un compromiso genuino con una actividad que ha sostenido a Jujuy durante décadas en un mar de pujas e intereses.
Los tabacaleros han demostrado que, a pesar de las adversidades, son capaces de competir en el mercado global con productos de calidad excepcional. Ahora, más que nunca, necesitan un gobierno que esté dispuesto a caminar a su lado, enfrentando los desafíos y luchando por un futuro donde la estabilidad y la prosperidad sean una realidad para todos los jujeños.
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