Con un gobierno de derecha que ajusta a jubilados, destruye empleo, entrega recursos y deja al país sin obra pública ni futuro, no alcanza con esperar que “esto explote solo”. El peronismo tiene la obligación histórica de recuperar el orgullo, poner el cuerpo, defender la comunidad y volver a proponer un proyecto de patria justa, soberana y solidaria. O somos coraje organizado, o seremos espectadores de la devastación.