Flexibilización para nadie: la reforma laboral llega tarde a un país que ya compite contra robots chinos

Flexibilización para nadie: la reforma laboral llega tarde a un país que ya compite contra robots chinos

Mientras el Congreso discute si abarata o no el despido, la economía real ya juega otro partido: el de las plantas automatizadas chinas que aterrizan en Argentina con una productividad inalcanzable. Ni con salarios de miseria, ni trabajando gratis, el empleo local puede competir contra la escala y la eficiencia de ese modelo. La reforma laboral es necesaria, pero llega tarde: será el respirador de un mercado laboral que perderá millones de puestos si el país no se anima a un giro antiglobalista con foco en el mercado interno.