Argentina vuelve a tropezar con la misma piedra: el precio de los alimentos se dispara, el salario se pulveriza y Milei apuesta todo a la sumisión a Estados Unidos, soñando con ser el “Estado 51”.
Argentina al borde del abismo: reservas que se derriten, riesgo país por las nubes y un modelo que repite los vicios que Milei prometió destruir. El “incendiario” juega con fuego y arrastra al país hacia otra mega devaluación y más pobreza.
“Quemando Naves”: Milei cruza la última frontera. Con el Riesgo País superando los 1.500 puntos, el modelo se resquebraja y el presidente recurre a la ayuda de EE.UU., la misma que antes repudiaba, revelando la desesperación económica y política de su gobierno.
En medio de una crisis social e institucional, Milei se ha convertido en un lastre que arrastra a la Argentina hacia el fondo: ajuste sin plan, inflación sin control y confrontación con las instituciones. La democracia reclama límites y responsabilidad.
El veto a los ATN expuso el derrumbe político de Milei: gobiernan las provincias, el Congreso impone agenda y los mercados castigan con riesgo país en 1500. Un gobierno al borde del nocaut, sostenido solo por la inercia.
El dólar ya tocó el techo y la recesión dejó de ser amenaza para convertirse en realidad. Sin rumbo económico ni respaldo político, el gobierno se desmorona ante la mirada atónita del país y la presión del FMI. El tiempo de las excusas se terminó.
La justicia social no se veta: Milei se derrumba en el Congreso, las provincias le sueltan la mano y el peronismo asoma en el horizonte como única fuerza capaz de rescatar a la Argentina del subsuelo económico y moral.
El sol del peronismo vuelve a nacer: en celeste y blanco, el pueblo se levanta con esperanza y justicia social, marcando el fin de la oscuridad del ajuste y el amanecer de una nueva Argentina.
Tras la derrota electoral en Buenos Aires y con la economía en llamas, Javier Milei enfrenta un laberinto del que no logra salir: sin aliados sólidos, sin resultados visibles y con una sociedad agotada, su propio dogma amenaza con devorarlo.