La detención de Cristina Fernández de Kirchner no logró su objetivo político: despertó a un peronismo adormecido y puso en marcha una nueva ola de unidad popular. Octubre se vislumbra como una revancha democrática y emocional. Cristina no cayó: se multiplicó. El “vamos a volver” ya empezó a resonar.
Este 17 de junio será recordado como el día en que la política argentina dejó de simular, y todo se volvió explícito. El poder económico y judicial encarceló a CFK. El pueblo salió a la calle. Y el peronismo resolvió que quiere volver. No para resistir. Para gobernar.