Tras el triunfo de la UCR en la Pampa, se encienden alarmas en el PRO en Mendoza y Córdoba
Por Gabriel Silva // Mientras algunos despachos porteños tratan de instalar la posibilidad de que Rodrigo de Loredo se convierta en compañero de fórmula de Patricia Bullrich y así alimentar la salida hacia una «ruptura blanda»; el domingo pasado y con motivo de la visita de Horacio Rodríguez Larreta a Córdoba, hubo situación de tensión entre el radical de Evolución y el PRO.
Concretamente, en el almuerzo de camaradería que habían preparado de manera coordinada los cordobeses amarillos y Eduardo Macchiavelli, uno de los hombres de confianza del alcalde porteño, De Loredo desafió en la cara al PRO, a Larreta y ante la presencia de su rival en la disputa mediterránea: Luis Juez.
«El radicalismo está agrandado después de los que pasó en La Pampa», desafió De Loredo, tras acusar a algunos de los integrantes del PRO cordobés de «aspirar a una banca en la Legislatura o en el Concejo Deliberante y no a discutir el poder real». Situación que dejó perplejos a muchos y que motivó, incluso, una charla del entorno de Larreta con sus armadores cordobeses y con el propio Juez.
«Se fue de mambo Rodrigo con la soberbia de siempre. Igual, nos sirve para demostrar que no es como cuenta Juez acerca de la unidad y que este pibe (por el radical) es capaz de hacer cualquiera», dijo a LPO un hombre del PRO acerca de De Loredo. «No se hace eso frente a un presidenciable de la coalición que integras», agregaron.
Situación que empuja la ruptura y que, por lo menos, de mínima desestima por completo la interna. En Córdoba no habrá elección dentro de Juntos para definir el candidato que le disputará la gobernación al peronista Martín Llaryora.
Después de las conversaciones de la semana pasada, y de las que se produjeron el domingo, quedó claro que la herramienta será la encuesta, aunque reste definir los detalles de qué compulsa considerarán los candidatos. El viernes, De Loredo puso reparos con un principio de acuerdo que existió entre los titulares de los partidos para tomar los resultados de una encuesta con la que había un entendimiento de la cúpula radical y de la del PRO.
Esto motivó una presión con pinzas: De Loredo cruzó al presidente de la UCR cordobesa, el negrista Marcos Carasso; y Marcos Ferrer, otro hombre Evolución, presionó al PRO.
Así, el escenario de fricción cordobés motivó la comparación con el contexto mendocino y la decisión de Larreta de no confrontar con el radicalismo cuyano al bajar a Omar de Marchi, el hombre que figuraba en el borrador del alcalde porteño para pelear la gobernación.
En Córdoba, quien tiene la venia de Larreta para pelear la Provincia es Juez, uno de los presentes cuando De Loredo fustigó con el recuerdo pampeano. Y de esta manera, la decisión larretista en Mendoza, como así también la afirmación del radical de Evolución en el incómodo almuerzo de Carlos Paz, generaron suspicacias cordobesas. Más aún en el entorno del senador y líder del Frente Cívico, quien al igual que De Marchi sostiene que será candidato «sí o sí».
Pero las malas noticias para el juecismo no se agotaron ahí. También en la escala de Larreta en Córdoba, el macrista Gustavo Santos tuvo una charla mano a mano en uno de los trayectos del jefe de Gobierno porteño y allí volvió a fustigar al senador que hoy lidera las encuestas.
Lo que marca un nuevo capítulo de la interna de Juntos, en este caso, con la sucursal cordobesa de la alianza que integran radicales, el PRO, la Coalición Cívica y el juecismo.
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