El presidente argentino, Javier Milei, tomó una decisión drástica en el ámbito diplomático al remover de su cargo a la canciller Diana Mondino luego de que Argentina votara en la ONU contra el embargo de Estados Unidos a Cuba. La postura del país, en línea con la mayoría de las naciones, generó sorpresa entre sectores que esperaban una política exterior más alineada con los intereses de Washington.
La votación en la Asamblea General de la ONU, en la que Argentina rechazó las sanciones económicas impuestas a la isla desde 1960, mostró un alejamiento de la posición que muchos analistas esperaban del gobierno de Milei, conocido por su retórica pro-norteamericana. Este inesperado respaldo a Cuba pareció ser la causa determinante para la destitución de Mondino, quien asumió un rol que, para el mandatario, no reflejó los principios de su administración.
La decisión de Milei subraya su intención de consolidar una política exterior con un enfoque claro y alineado con sus valores. La destitución de Mondino no solo refuerza su liderazgo, sino que advierte sobre el rigor con el que supervisará el accionar de sus ministros en pos de construir una imagen internacional coherente.