Redacción Perico Noticias // El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado esta mañana un contundente ultimátum al bloque BRICS, advirtiendo que cualquier intento de crear una moneda alternativa o respaldar una divisa distinta al dólar enfrentará aranceles del 100% y el bloqueo al mercado estadounidense. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el mandatario dejó en claro que no permitirá que el BRICS erosione la hegemonía del dólar y que está dispuesto a tomar medidas drásticas contra los países que desafíen el sistema financiero dominado por EE.UU.
Este anuncio marca una escalada sin precedentes en la guerra económica global. Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha endurecido su discurso proteccionista, retomando sus políticas de “America First” y redoblando la presión sobre sus rivales económicos. El BRICS, que en los últimos años ha acelerado su estrategia para reducir la dependencia del dólar en el comercio internacional, se encuentra ahora en el centro de una disputa que podría redefinir el equilibrio de poder mundial.
El bloque BRICS, liderado por China y Rusia, ha estado promoviendo activamente el uso de monedas locales en transacciones bilaterales y explorando la creación de una moneda común respaldada por reservas estratégicas de oro y materias primas. Con la expansión del bloque y la incorporación de países como Arabia Saudita, Irán, Egipto y Etiopía, su influencia en el comercio global ha crecido significativamente, amenazando el dominio del dólar como moneda de referencia. Sin embargo, Trump ha dejado en claro que no permitirá que el BRICS avance sin consecuencias.
Las implicaciones de este ultimátum son profundas. Si Trump cumple con su amenaza e impone aranceles del 100% a los países que respalden una moneda alternativa, el comercio global podría entrar en una nueva fase de proteccionismo extremo. La presión sobre países aliados de EE.UU. dentro del BRICS, como Brasil y Sudáfrica, será inmensa. ¿Se alinearán con Washington para evitar sanciones o continuarán con su estrategia de diversificación económica?
En América Latina, la advertencia de Trump representa un desafío directo para Brasil, que ha sido un actor clave en la agenda del BRICS. En Argentina, la administración de Javier Milei, que ha mostrado una alineación total con EE.UU., podría verse forzada a tomar una postura más agresiva contra el bloque, lo que tensionaría sus relaciones con China y Brasil, dos de sus principales socios comerciales. En África y Medio Oriente, países como Arabia Saudita e Irán, que recientemente se sumaron al BRICS, deberán evaluar el costo de desafiar a la primera potencia mundial.
Mientras tanto, los mercados financieros observan con cautela. La posibilidad de una guerra comercial de gran escala entre EE.UU. y el BRICS podría generar volatilidad en las bolsas y un reacomodamiento del comercio global. China, que ha sido el principal objetivo de las políticas arancelarias de Trump en su primer mandato, podría responder con represalias comerciales, lo que elevaría las tensiones a niveles no vistos desde la guerra comercial de 2018-2019.
Este nuevo escenario de confrontación directa plantea preguntas clave sobre el futuro del sistema financiero global. ¿Podrá Trump contener el avance del BRICS o sus amenazas solo acelerarán la transición hacia un mundo multipolar? ¿Los países del BRICS cederán a la presión de EE.UU. o redoblarán su apuesta por un nuevo orden financiero?
El choque entre Trump y el BRICS no es solo una disputa económica, sino un símbolo de la lucha por la hegemonía global. Con EE.UU. dispuesto a utilizar su poder económico como arma de coerción, el futuro de la geopolítica mundial se vuelve cada vez más incierto.