Trump, los aranceles y la geopolítica del dólar: ¿Está EE.UU. acelerando el ascenso de los BRICS?

Trump, los aranceles y la geopolítica del dólar: ¿Está EE.UU. acelerando el ascenso de los BRICS?

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Redacción Perico Noticias // Desde su regreso al poder, Donald Trump ha intensificado su discurso proteccionista, amenazando con aranceles del 100% a las importaciones de los países BRICS. Lejos de frenar la expansión de este bloque, la presión estadounidense podría terminar fortaleciendo su cohesión y precipitando la creación de una alternativa al dólar en el comercio internacional.

La pregunta clave es: ¿Está EE.UU. empujando sin querer a los BRICS a consolidar su propia hegemonía económica? La respuesta, cada vez más evidente, es un sí rotundo.


El dólar bajo amenaza: ¿Una nueva era multipolar?

Históricamente, Estados Unidos ha utilizado el dólar como un arma geopolítica, ejerciendo presión sobre economías emergentes a través de sanciones y restricciones comerciales. Sin embargo, esa misma estrategia está ahora socavando la dominancia del billete verde, ya que ha forzado a las economías emergentes a buscar alternativas para escapar del control financiero de Washington.

El bloque BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que representa más del 40% de la población mundial y aproximadamente el 31% del PIB global, lleva años trabajando en la reducción de su dependencia del dólar. La amenaza arancelaria de Trump podría acelerar este proceso de desdolarización, al forzar a estos países a consolidar una moneda común alternativa o un sistema de pagos independiente de SWIFT, dominado por Occidente.

Si EE.UU. impone aranceles masivos, China y Rusia verán en esto una oportunidad estratégica para expandir su influencia sobre los países en desarrollo que dependen de sus mercados y financiamiento. Naciones como Argentina, Irán, Egipto y Arabia Saudita, que recientemente han mostrado interés en los BRICS, podrían intensificar su alineamiento con el bloque para garantizar su acceso a mercados alternativos sin restricciones estadounidenses.

La Unión Europea también se encuentra en una encrucijada. Aunque históricamente ha seguido la política comercial de EE.UU., las tensiones crecientes con Washington podrían obligarla a diversificar sus relaciones económicas, acercándose, aunque sea de manera estratégica, a China y otros mercados emergentes.


Rusia y China: los arquitectos de la nueva moneda global

Para Rusia y China, la posibilidad de consolidar una nueva moneda para el comercio global no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo y cómo será implementada.

🔹 China ya ha avanzado con acuerdos bilaterales para comerciar en yuanes con países como Brasil, Argentina y Arabia Saudita.

🔹 Rusia, bloqueada del sistema financiero occidental tras la invasión a Ucrania, ha incrementado el uso de rublos y yuanes en sus transacciones internacionales.

🔹 El comercio de petróleo y gas en monedas distintas al dólar ha crecido, impulsado por los esfuerzos de los BRICS y la desconfianza hacia EE.UU.

Si Washington impone sanciones y aranceles agresivos, lo único que logrará es que más países se sumen a esta transición monetaria, dejando atrás la hegemonía del dólar.

La gran paradoja es que EE.UU. está acelerando la misma desdolarización que intentaba evitar.


¿Una nueva “Cúpula de Hierro” y el peligro de un mundo dividido?

El impacto de las políticas de Trump no se limita a la economía. Su reciente propuesta de una «Cúpula de Hierro» global contra misiles hipersónicos de Rusia y China agrega una nueva capa de tensiones geopolíticas. La militarización del espacio y la carrera armamentista global podrían intensificarse si Washington adopta una postura aún más agresiva, empujando a Rusia y China a consolidar sus alianzas estratégicas con países clave del Sur Global.

El desafío para EE.UU. es que la era del unilateralismo ha terminado. La presión política y económica ya no tiene los mismos efectos que en décadas pasadas, ya que las economías emergentes han aprendido a diversificar sus relaciones y reducir su dependencia de Occidente.


EE.UU. está jugando con fuego

Si la administración Trump sigue adelante con su política arancelaria extrema, podría acelerar la fragmentación del sistema financiero global y dar un impulso definitivo a los BRICS en su misión de crear una alternativa al dólar.

La ironía es que, mientras EE.UU. trata de preservar su hegemonía, sus acciones podrían ser la chispa que termine de consolidar un sistema multipolar, donde el poder económico y financiero ya no esté dominado exclusivamente por Occidente.

El mundo está cambiando. La pregunta no es si el dólar perderá su dominio global, sino cuán rápido ocurrirá esta transición y qué tan preparado está EE.UU. para afrontar las consecuencias.

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