UE-América Latina: el eco birregional de las sanciones a Venezuela

 UE-América Latina: el eco birregional de las sanciones a Venezuela

La crisis venezolana hizo que se dejara en suspenso la cumbre entre la UE y la CELAC. A raíz de las sanciones que la UE impuso a Venezuela, DW recogió opiniones en la Asamblea Eurolat, con presencia de Dilma Rousseff.

«Lamento profundamente que lo hayan hecho», respondió en rueda de prensa la expresidenta de Brasil, hablando de las sanciones de la UE recién impuestas a Venezuela. «Las relaciones UE-América Latina siempre han sido complicadas, y siempre ha sido necesario que ambos lados cedan. No veo cómo van a salir bien las cosas si se comienzan a imponer sanciones», puntualizó.

Dilma Rousseff estaba invitada a un encuentro de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat), donde precisamente se trataba de ver cuándo podía celebrarse la Cumbre UE-CELAC. La inestabilidad política en la región y sobre todo la convulsa situación en Venezuela, hicieron que, a petición sobre todo de 11 países latinoamericanos apoyados por fuerzas políticas europeas, se pospusieran tanto el encuentro como el posible acuerdo que saliera de él.

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¿Sería posible una cumbre UE-CELAC con un gobierno de Nicolás Maduro a quien los europeos han impuesto un embargo de armas? «Creo que no. ¿Cómo es posible una cumbre de Estados soberanos democráticos con un presidente de un Estado que no es democrático?», responde a DW Inácio Faría, eurodiputado portugués del grupo conservador, mayoritario en la Eurocámara.

Más sanciones

En su opinión, las medidas restrictivas que aprobó por ahora el Consejo no van lo suficientemente lejos: «Mi grupo quería sanciones individualizadas para los dirigentes políticos, para quien ha estado detrás de las masacres. ¿El objetivo? Lograr que el señor Maduro entienda que éste no es el camino».

«Después de tres años de haber pedido sanciones selectivas contra el régimen de Maduro, la Unión Europea por fin ha tomado hoy una postura firme acerca de  las graves violaciones en Venezuela. Pero tenemos que hacer más. Mientras que un embargo de armas y la prohibición de exportar equipos que se puedan utilizar para la represión son un buen primer paso, seamos claros, esto por sí solo no cambiará las acciones del régimen de Maduro», opina por su parte la eurodiputada checa Dita Charanzová, en un comunicado del bloque liberal.

Presión sin sanciones

Encuentro de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat) en Estrasburgo. Encuentro de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat) en Estrasburgo.

«Si es verdad que hay comercio de armas entre la UE y Venezuela, el embargo de armas puede ser una solución razonable. Pero sanciones que vayan más allá de eso me parecen algo que puede perjudicar más que solucionar el problema, afectan más al pueblo que a sus dirigentes», dice a DW por su parte el eurodiputado portugués Francisco Assis, del bloque socialdemócrata.

«Creo que sí hay que continuar presionando a Venezuela», agrega viendo luces de esperanza de cambio en la convocatoria a elecciones y en la posibilidad de adelantar los comicios presidenciales. «Si eso fuese cumplido no habría razones para la aplicación de las sanciones. Y se podrá superar este problema de Venezuela que ha perturbado toda la relación entre la UE y América Latina», sigue Assis.

Efectos negativos

«Claro que esta situación y las sanciones contra Venezuela van a tener un impacto en las relaciones birregionales», dice Faría, «es lo que esperamos los europeos, porque la continuación de las cosas como están es algo impracticable».

En su opinión, que la expresidenta Rousseff no vea con buenos ojos las medidas restrictivas contra Caracas es sólo ser coherente con la política que Brasil tuvo bajo su mandato.

Imponiendo sanciones a Venezuela, «en lugar de fomentar el diálogo y tratar de aportar calma y tranquilidad, la Unión Europea está apostando por la confrontación y un aumento de la tensión», comenta en un comunicado la eurodiputada española Marina Albiol, del bloque de la izquierda.

«Sea con la introducción de sanciones o con la aprobación de más resoluciones agresivas, la UE lo que logra es exacerbar las divisiones existentes», comenta a DW Molly Scott Catto, eurodiputada británica del bloque de Los Verdes. «Me preocupa mucho que, con nuestras políticas, ayudemos a impulsar una guerra civil en Venezuela. Eso no puede ser el interés de nadie», subraya.

Así las cosas, en un momento crucial para las relaciones entre el bloque europeo y América Latina, la crisis venezolana no acorta las distancias. «No entiendo la lógica política ni económica detrás de eso; no veo que sea una buena política si de integrar a las dos regiones se trata», concluye Rousseff.

Autora: Mirra Banchón (VT)

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