La Quiaca // En el despacho municipal, el intendente Dante Velázquez concretó este miércoles la entrega de una moderna máquina Braille para Fabricio La Fuente, un niño no vidente de 12 años que cursa sus estudios en la Escuela Normal Primaria. El equipo, gestionado por el municipio y adquirido en Buenos Aires, permitirá que el estudiante continúe su trayectoria escolar en igualdad de condiciones, fortaleciendo su autonomía y aprendizaje.
Acompañado por sus padres y por directivas y docentes de la institución, Fabricio recibió el dispositivo en un acto cargado de emoción. La comunidad educativa agradeció el compromiso del mandatario, señalando que la anterior máquina que utilizaba el alumno se encontraba deteriorada e irreparable, lo que dificultaba seriamente sus tareas diarias.
Velázquez subrayó que el gesto trasciende la entrega puntual de un recurso:
“Es imposible ser inhumano, es imposible descartar, es imposible no integrar. ¿De qué estamos hablando cuando se discute recortar a las personas con discapacidad, a los chicos de la escuela pública o a los enfermos? Un Estado presente no puede mirar para otro lado”, expresó, en clara referencia al contexto nacional de ajustes sobre prestaciones sociales, asignaciones y políticas de inclusión.
El intendente recordó que el municipio viene trabajando con distintos casos de discapacidad, integrando a jóvenes en áreas municipales y acompañando a deportistas adaptados que hoy representan a La Quiaca en competencias provinciales y nacionales. “Nuestra obligación no es opcional ni un gesto de caridad, es un deber ético y político: garantizar que nadie quede afuera por su condición”, afirmó.
Durante el encuentro, Velázquez también informó a la familia que se continúa gestionando, junto a especialistas de Buenos Aires, nuevos estudios oftalmológicos y de seguimiento integral para Fabricio, con el objetivo de asegurarle el mejor abordaje posible. “No se trata solo de una máquina, se trata de un proyecto de vida que la comunidad debe abrazar”, añadió.
Visiblemente emocionados, los padres del niño agradecieron al intendente por cumplir la promesa asumida meses atrás. “Pensamos que se iban a olvidar, y hoy vemos que la palabra se honra”, dijo la madre. Fabricio, tímido pero sonriente, tocó por primera vez el teclado de la nueva Braille, mientras los presentes celebraban en silencio un paso concreto hacia la inclusión real.
En tiempos donde a nivel nacional se discuten recortes a personas con discapacidad, a las universidades y a programas sociales, el gesto de la Municipalidad de La Quiaca busca marcar un rumbo distinto: un municipio que elige estar al lado de los más vulnerables, sosteniendo la soberanía educativa, la integración y la dignidad como políticas irrenunciables.
