La campaña tabacalera en Jujuy está en un punto crítico. Mientras el sector productivo sostiene una de las economías regionales más importantes del NOA, los compradores parecen hacer oídos sordos a una realidad que ya no puede ser ignorada.
Los productores jujeños, representados por la Cámara del Tabaco de Jujuy, encabezada por Pedro Pascuttini, han planteado un incremento del 70% en el precio del tabaco respecto a la campaña pasada, con un 30% de anticipo mientras se desarrolla la negociación. Este pedido no es un capricho, es un reclamo legítimo basado en fundamentos económicos incuestionables.
Los fundamentos de un pedido irrenunciable
El tabaco jujeño no solo es una fuente de empleo para miles de familias, sino que además es un producto de alta demanda en el mercado internacional. El 95% de la producción se exporta, lo que lo convierte en una pieza clave en el comercio exterior argentino.
Pero los productores se enfrentan a una ecuación cada vez más difícil de sostener:
🔸 Eliminación de retenciones: Los compradores se beneficiaron con la eliminación del 12% de retenciones, lo que significa 77 centavos de dólar adicionales por kilo exportado. Sin embargo, ese beneficio no ha sido trasladado a quienes sostienen la producción.
🔸 Aumento del Fox Internacional en un 21%: El mercado mundial reconoce la calidad del tabaco argentino y paga más por él. Entonces, ¿por qué los productores no reciben un precio acorde a este crecimiento?
🔸 Devaluación del peso: La devaluación anual del 30% incrementa los costos internos, desde insumos hasta logística. El sector productivo no puede ser el único que absorba estos impactos mientras los compradores retienen sus márgenes de ganancia.
🔸 Estructura de costos insostenible: El productor tabacalero no solo enfrenta los costos de producción, sino también la presión fiscal, el costo de la mano de obra y las obligaciones laborales. El equilibrio de la cadena no puede sostenerse con un precio que desconoce esta realidad.
El riesgo de la inacción: menos productores, menos tabaco, más crisis
El pedido de la Cámara del Tabaco no busca desequilibrar el mercado, sino corregir una distribución inequitativa de los beneficios. Si la industria tabacalera se resiste a reconocer esta realidad, el impacto será inevitable:
📉 Menos productores en actividad: Con precios injustos, cada vez más productores abandonarán la actividad, generando una caída en la oferta de tabaco de calidad.
📉 Pérdida de mercados internacionales: Sin un sector productivo fuerte, la capacidad de exportación de Jujuy se verá afectada. Si la producción no se mantiene, los compradores también perderán.
📉 Un sistema insostenible: Cada año, el productor tabacalero es la variable de ajuste de la industria. Esto no puede seguir así. Si los compradores no revierten esta lógica, la cadena de producción entrará en una crisis irreversible.
Pascuttini lo deja claro: “Nosotros no queremos más de lo que nos corresponde, pero tampoco podemos ser siempre los que sacrificamos todo. Queremos una equitativa transferencia de los beneficios que han recibido los compradores”.
Un anticipo del 30%: una necesidad inmediata
Los productores han planteado un anticipo del 30% sujeto a reajuste, permitiendo levantar la cosecha sin comprometer la estabilidad financiera de los trabajadores.
El pedido no solo es justo, sino urgente:
✅ Los productores necesitan capital de trabajo inmediato para pagar a los peones y sostener la operatividad de la cosecha.
✅ La industria tabacalera no puede retrasar esta discusión, ya que un desacuerdo prolongado paralizaría la actividad y pondría en riesgo la producción.
✅ La competitividad del tabaco jujeño no puede ser menospreciada. Si los mercados internacionales reconocen su valor, la industria debe hacerlo también.
Una negociación que debe reconocer la realidad
El pedido de los productores tabacaleros no es exagerado ni infundado. Los números están sobre la mesa y demuestran que el sector productivo tiene derecho a recibir una compensación justa por su trabajo.
«La industria debe comprender que sin productores fuertes, no hay negocio posible. Un precio justo no solo beneficia a los productores, sino a toda la cadena tabacalera. La pelota está en la cancha de los compradores. ¿Escucharán la voz del sector productivo o seguirán apostando a la resistencia?. Si la industria decide ignorar este pedido, el costo lo pagarán todos. Pero si se avanza en un acuerdo equilibrado, Jujuy puede seguir liderando la producción tabacalera con sostenibilidad y equidad. Es momento de reconocer lo que es justo y garantizar un futuro sólido para la producción de tabaco en Argentina.» señaló Pascuttini.