Urgencias Económicas: Trump Busca Recuperar el Canal de Panamá como Estrategia de Dominio Global

Urgencias Económicas: Trump Busca Recuperar el Canal de Panamá como Estrategia de Dominio Global

Redacción Perico Noticias // La reciente declaración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre su intención de exigir la devolución del Canal de Panamá marca un nuevo capítulo en su estrategia política y económica. En publicaciones realizadas en TruthSocial, Trump dejó claro que considera la recuperación de esta infraestructura estratégica una prioridad para su administración, subrayando su importancia económica, comercial y militar.

El Canal de Panamá: Una arteria estratégica

Construido entre 1904 y 1914 bajo el liderazgo del presidente Theodore Roosevelt, el Canal de Panamá ha sido un eje crucial para el comercio y la seguridad de Estados Unidos. Este paso interoceánico permite reducir drásticamente los tiempos de navegación entre el Océano Atlántico y el Pacífico, beneficiando a la marina estadounidense y al comercio internacional. No es casualidad que el 70% del tráfico del canal tenga como origen o destino puertos estadounidenses.

Sin embargo, el tratado Torrijos-Carter, firmado en 1977 por el presidente demócrata Jimmy Carter, transfirió el control del canal a Panamá en el año 2000. Desde entonces, Estados Unidos ha perdido el manejo directo de esta infraestructura, enfrentando tarifas que oscilan entre USD 200.000 y USD 1.500.000 por embarcación, lo que ha elevado significativamente los costos para empresas y para la marina estadounidense.

Una economía bajo presión

La intención de Trump de recuperar el canal se da en un contexto económico complejo para Estados Unidos. Con un déficit fiscal creciente, presiones inflacionarias y una competencia feroz con China por el dominio global, el canal representa una herramienta estratégica para fortalecer la economía y la influencia estadounidense.

En sus publicaciones, Trump señaló: «Estados Unidos construyó este canal con esfuerzo y sacrificio, y ahora otros se benefician de nuestra obra. No podemos permitir que esto continúe.» Su retórica, cargada de simbolismo, busca posicionar esta medida no solo como un acto de justicia histórica, sino como un paso clave para restaurar la competitividad de Estados Unidos en el comercio global.

Impacto económico y comercial

La devolución del canal permitiría a Estados Unidos reducir los costos asociados al tránsito marítimo y recuperar una ventaja competitiva frente a otros países. Actualmente, las tarifas impuestas por Panamá han encarecido el transporte de mercancías, afectando especialmente a las exportaciones estadounidenses.

Además, desde una perspectiva militar, el control del canal es vital para garantizar un despliegue rápido de las fuerzas navales entre ambos océanos. En un mundo donde las tensiones geopolíticas se intensifican, contar con esta capacidad operativa es esencial para mantener la hegemonía estadounidense.

¿Es posible revertir el tratado Torrijos-Carter?

Aunque el tratado fue ratificado por ambos países y representa un símbolo de soberanía para Panamá, la intención de Trump pone sobre la mesa un debate de gran calado. Para Estados Unidos, la recuperación del canal sería un paso hacia la reafirmación de su poder global, pero para Panamá, significaría ceder uno de sus activos más importantes.

La medida, de concretarse, podría generar tensiones diplomáticas significativas en América Latina, una región donde la influencia estadounidense ya enfrenta desafíos por el avance de China y otros actores globales.

Un nuevo capítulo en la política exterior de Trump

La propuesta de Trump se alinea con su enfoque característico de «Estados Unidos primero», donde las prioridades estratégicas y económicas del país se colocan por encima de las consideraciones diplomáticas tradicionales. Este movimiento también refleja su disposición a tomar medidas audaces para enfrentar las urgencias económicas de Estados Unidos.

¿Un acto de audacia o una estrategia necesaria?

La intención de recuperar el Canal de Panamá es una jugada que podría redefinir las relaciones de Estados Unidos con América Latina y con el resto del mundo. Si bien es cierto que esta infraestructura tiene un valor incalculable, el camino hacia su recuperación no será sencillo ni rápido.

La pregunta que queda es si esta estrategia es simplemente un gesto simbólico o si, como en tantas otras ocasiones, Donald Trump está dispuesto a llevar su visión hasta las últimas consecuencias. Lo que está claro es que el canal, más de un siglo después de su construcción, sigue siendo un eje central en el tablero geopolítico global.

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