Vidal, endeudamiento, obras y la relación con intendentes

 Vidal, endeudamiento, obras y la relación con intendentes

La Gobernadora sigue esperando la aprobación de la Emergencia en Infraestructura en la Legislatura. La oposición más dura, representada por el FpV, ya mostró sus reparos y se puso en contra de esa ley. El massismo, sumergido en su capricho por el adverso reparto de comisiones que tuvo en el Senado, complica más los planes de Calle 6.

Ya pasaron los primeros 100 días de gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, ese período de gracia que suele tener todo gobernante que llega a ocupar un sillón de poder. Las primeras tribulaciones, producto de la inexperiencia y de la realidad contingente y feroz de la provincia de Buenos Aires, ya son parte de la prueba de fuego que tuvo que sortear la mandataria bonaerense. Se acerca el cuarto mes del año, la hora de demostrar gestión y los primeros resultados comienzan a marcar el tiempo. Un punto muy importante para el desarrollo de este 2016 es la relación con los intendentes bonaerenses y el plan de obras que necesita cada uno en sus distritos. La atención sobre 135 casos.

Para empezar a escuchar a los alcaldes bonaerenses, Vidal ordenó al hermético y misterioso ministro de Infraestructura, Edgardo Cenzón, concretar reuniones grupales con los jefes comunales. Así, durante casi tres semanas, el funcionario recibió a distintos alcaldes en el Salón Dorado de la Gobernación, para realizar una suerte de análisis conjunto de la realidad bonaerense en cuanto a obras que necesitan los distritos y también para escuchar reclamos de los jefes comunales. Más de una alcalde fue hasta La Plata con su “listita” de pedidos para el ministro de “Mariu”. Una espera de respuestas que ya comenzó.

La semana que pasó, Cenzón y el subsecretario de Gobierno y Asuntos Municipales,Alex Campbell, congregaron a varios intendentes de la Tercera y Séptima Sección para detallar cómo será el reparto de los 10 mil millones de pesos del endeudamiento que les corresponde a los municipios, de los 60 mil millones que la Legislatura le aprobó a Vidal junto al Presupuesto 2016. Esos 10 mil millones, cabe recordar, fueron producto de la presión y condición que pusieron los intendentes del FpV para aprobarle la “ley de leyes” a la Gobernadora. Así, en la última reunión, Cenzón les transmitió a los intendentes que de esos 10 mil millones de pesos, 5 mil millones están “casi listos” para liquidar, producto de la reciente colocación de bonos de deuda que realizó la Provincia en Nueva York (1.250 millones de dólares a una tasa del 9,37 por ciento a ocho años de plazo). El ministro adelantó que ese monto será destinado a los municipios mediante el Coeficiente Único de Distribución (CUD) de cada distrito. Bosquejos de cómo será el reparto.

Con gran optimismo y mandamiento, Cenzón les adelantó a los intendentes que de esos 10 mil millones de pesos, 7 mil millones serán específicamente destinados a infraestructura y 3 mil millones para seguridad. Asimismo, le informó que para agilizar las obras menores a 30 millones de pesos, éstas podrán ser ejecutadas directamente por los municipios, pero tendrán que tener una certificación del Ministerio de Infraestructura. Detalle no menor, dentro de esas obras que podrán realizar los municipios, no deben estar las tengan que ver con rutas y obras hidráulicas que competen a la esfera provincial. Bajo ese marco, el funcionario de MEV también anunció que ahora comenzará una nueva etapa con los jefes comunales, la cual será de contacto individual con cada intendente, desde la semana que viene mediante la Secretaría Privada del Ministerio, la cual concretará reuniones con los alcaldes para recibir la “listita” de obras que tienen pensado ejecutar con ese dinero. Condiciones y esquemas para recibir dinero para obras.

Durante las reuniones, Cenzón nunca lo dijo con todas las letras, pero en reiteradas oportunidades deslizó que la Emergencia en Infraestructura es fundamental para llevar adelante en plan de obras que quiere Vidal. Ese pedido ya tiene media sanción en Diputados, donde el oficialismo gracias al Frente Renovador consiguió los votos para su aprobación, con el agregado de la creación de una Comisión Bicameral de Seguimiento. El camino legislativo para MEV sigue siendo complicado en dos frentes: el primero, con la oposición más dura representada por el FpV, y el otro, cargado de extrañas jugadas y caprichos, con el Frente Renovador en el Senado por la pelea de “carguitos” en las Comisiones. Escollos de adversarios y aliados.

“Es un cheque en blanco para evitar controles en la obra pública”, salieron a decir desde el bloque del FpV en el Senado. La postura que adelantaron desde la bancada kirchnerista complica los movimientos de Calle 6, ya que el conteo de votos en la Cámara Alta es más ajustado que en la Cámara Baja. Desde el FpV apuntaron duro contra el proyecto de la Gobernadora, concuerdan que la Provincia “necesita agilizar y transparentar los procedimientos de gestión en sus contrataciones”, pero que están “seguros que dicho objetivo no se cumplirá impidiendo el trabajo de los organismos de control previstos por la Constitución”. En Diputados los ecos de la media sanción aún no pasaron, mediante un proyecto de Declaración de Avelino Zurro, acusaron a Cenzón de querer “manipular los fondos” destinados a los municipios. En ese tono, rechazan las condiciones que puso el ministro y condenan “los ilegales requisitos impuestos a los Intendentes en el Fondo de Infraestructura establecido en la Ley de Presupuesto 2016, cuya principal característica es su automaticidad”. “El ministro de Infraestructura pretende tener injerencia en un tema que no está en la órbita de sus decisiones, ya que el Fondo en cuestión está diseñado para que cada intendente fije las prioridades de acuerdo a la necesidad de cada distrito”, manifestó Zurro. Los reparos y quejas de la oposición más dura.

Pero las contrariedades para Calle 6 también son producidas por los aliados. La caprichosa aventura que lleva adelante el bloque de Senadores del massismo, amenaza con complicar aún más la aprobación final de la Emergencia en Infraestructura. El massismo sigue encapsulado y molesto en el reparto de Comisiones que estuvo a cargo del vicegobernador, Daniel Salvador. Aún no pueden digerir que la senadora Nidia Moirano (exdenarvaísta, exfilo sciolista y ahora macrista) esté al frente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos que tanto desea la tropa de Sergio Massa. En sus pataleos, el massismo amenaza implícitamente con no dar sus votos para aprobar la Emergencia en Infraestructura y hasta algunos senadores se animaron a decir públicamente en los medios que se había roto el “acuerdo de gobernabilidad” entre Massa y Vidal, sellado a pocos días de las elecciones de octubre de 2015. Sumergido en esa postura, al massismo no le ocurrió mejor idea que plantear una “solución” a su disconformidad. El curioso Plan B para intentar destrabar la tensión con Salvador y conseguir Asuntos Constitucionales y Acuerdos es “partir” esa comisión en dos, una para el oficialismo, presidida por Moirano, y otra para el massismo, con el presidente a designar. Incluso, van más allá y sostienen que las “leyes con número par en su expediente pueden ir a una y las impares a otras”. La idea no fue bien recibida por Cambiemos: “Asuntos Constitucionales y Acuerdos siempre le correspondió al oficialismo”, recuerdan, y hacen énfasis en “querer mantener esa tradición”. Rápido de reflejos, en los otros bloques opositores tomaron nota de la idea del massismo y, por ejemplo, desde la bancada del PJ ya se anotan también para tener su propia Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos. Capricho de uno, capricho de todos.

El camino legislativo para Vidal en una de las leyes trascendentales que necesita se tornó más complicado de lo que habían analizado sus consejeros y asesores en Calle 6. Una Emergencia en Infraestructura no sólo apela a un estado de situación, sino a que puede evitar ciertos controles en licitación o ejecución de obras para la Provincia que, se sabe, requiere gran cantidades de ellas. Por un lado, la creación de una Bicameral de Seguimiento puede ser como una solución para no evitar controles. Por el lado del reparto de dinero generado gracias al endeudamiento, las discrepancias no tardarán en saltar, porque las realidades y necesidades que tienen los municipios son muy distintas entre sí y no necesariamente tienen que estar digitadas desde La Plata. Vidal y sus ministros intentan justificar las leyes y Emergencias que quieren implementar en base a la “pesada herencia” que recibieron de Daniel Scioli y la queja de que la “Provincia está quebrada”, palabras que ya empezaron a molestar a los referentes del FpV, como por ejemplo al intendente de Ensenada, Mario Seccoquien, en declaraciones al programa radial Superlógico, dijo sin pelos en la lengua:“Dejen de mariconear, pónganse a gobernar. Quisieron ganar, ganaron democráticamente (…) Para nosotros, la mayoría de los intendentes que tenemos todas las obras paradas, con recursos Nacionales y Provinciales, la Provincia está parada”.

 

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