Perico Noticias // El escándalo por la presunta estafa con criptomonedas que involucra al presidente Javier Milei y a su hermana Karina ha tomado un giro inesperado: la causa ha llegado a los tribunales de Estados Unidos, donde ambos podrían ser juzgados por fraude y corrupción. Según el periodista Roberto Navarro, la denuncia fue presentada ante el Departamento de Justicia estadounidense y está respaldada por un estudio de abogados internacional que ha recopilado pruebas contundentes sobre el caso.
La trama del Cripto-Gate y el rol de Karina Milei
La denuncia detalla cómo la plataforma de criptomonedas «Viva la Libertad», promocionada públicamente por el propio Milei, colapsó financieramente, generando pérdidas cercanas a los 289 millones de dólares para los inversores. Las pruebas presentadas en la justicia incluyen conversaciones privadas y registros de transacciones que vinculan directamente a Karina Milei con la administración de los fondos. Se la señala como la «arquitecta del negocio», un dato que refuerza su rol en el círculo más estrecho del presidente.
Un empresario involucrado en el esquema reveló en un chat filtrado: «Yo le mando dinero a su hermana y él firma lo que sea que yo le diga y hace lo que yo quiera». Este testimonio, que ya es parte del expediente judicial en EE.UU., ubica a Karina Milei en el centro de la operatoria, con un acceso directo e irrestricto a las decisiones del mandatario.
Milei y la autoincriminación pública
El propio presidente ha complicado su situación legal con declaraciones contradictorias. En una entrevista televisiva, Milei afirmó que él mismo publicó en redes sociales la promoción de la criptomoneda, pero que decidió borrar su tuit cuando «vio comentarios negativos». Sin embargo, los registros muestran que el colapso de la moneda se produjo antes de su retirada, lo que indicaría que el mandatario conocía el esquema fraudulento y actuó con premeditación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, habría advertido sobre el riesgo de estas declaraciones, pero la Casa Rosada no ha logrado contener el daño. Mientras Milei niega toda responsabilidad, los documentos judiciales presentados en EE.UU. lo identifican como el «líder» de la operación.
El establishment mediático y el blindaje en crisis
El caso ha generado un fuerte impacto en los medios oficialistas, muchos de los cuales intentaron minimizar el escándalo en sus primeras etapas. Sin embargo, la creciente cobertura internacional ha forzado un giro en la narrativa. Bloomberg tituló: «Escándalo en Argentina impulsa venta masiva en criptomercados», evidenciando el alcance global de la controversia.
Periodistas tradicionalmente alineados con el gobierno, como Cristina Pérez y Alfredo Leuco, han comenzado a distanciarse. La propia Pérez, esposa del ministro de Defensa Luis Petri, declaró públicamente que en el entorno de Milei hay quienes «piden plata para acercar empresarios al presidente», una revelación que agrava aún más la crisis política.
El periodista Jonathan Viale, que intentó defender a Milei en una entrevista, terminó siendo señalado por encubrimiento. En una declaración que algunos interpretaron como una amenaza velada, afirmó: «Si caigo yo, caemos todos», sugiriendo que el blindaje mediático que protegió a Milei podría estar colapsando.
El riesgo de un colapso institucional
Con la denuncia avanzando en EE.UU., la administración Milei enfrenta su primera gran crisis de credibilidad. La estrategia de la Casa Rosada ha sido desviar la atención hacia otros temas, pero los tribunales norteamericanos no operan bajo la lógica de la política argentina. Si la investigación avanza, Milei y su hermana podrían enfrentar cargos graves en una jurisdicción donde no cuentan con el control del poder judicial ni el respaldo de su aparato mediático.
El Cripto-Gate podría ser el punto de inflexión de la gestión libertaria, no solo por el escándalo financiero, sino por lo que revela sobre el modus operandi de un gobierno que prometió transparencia y terminó envuelto en un caso de corrupción de alcance internacional