Trumplandia pone de rodillas a medio mundo… ¿y Jujuy?

Trumplandia pone de rodillas a medio mundo… ¿y Jujuy?

Mientras la economía global se encierra tras muros arancelarios y la política comercial se rinde ante Trump, Jujuy queda atrapada en una telaraña de dependencia estatal, mercados privados famélicos y una dirigencia que no parece tener plan. ¿La salida está en el Mercosur o seguiremos exportando ilusión?


En el tablero de ajedrez global, Estados Unidos movió primero. No con misiles, sino con tarifas. Lo que parecía un berrinche de campaña, hoy es doctrina económica. Trump reinstaló un modelo de dominación imperial: el muro ya no está solo en la frontera, también está en la economía. Y ese muro, levantado con aranceles y presión política, está arrodillando a potencias como China y Europa. Mientras tanto, en los márgenes del mundo, Jujuy ni siquiera figura en el mapa de la resistencia.

China, que durante décadas fue el motor exportador del mundo, empieza a maniobrar. Deja caer el yuan para sostener su competitividad, busca abrir mercados alternativos y enfrenta a Trump con una sonrisa de jade. Europa, más débil, se somete: ofrece cero aranceles a productos industriales, excluye el bourbon y el vino de sus listas de represalias, y mendiga acuerdos que no alteren la furia del imperio. El Financial Times ya no habla de guerra comercial: habla de capitulación.

Y en ese contexto, ¿qué hace Jujuy? Nada. Reza por una cosecha buena, por un precio internacional favorable, por una coparticipación más generosa. El modelo de subsistencia se convirtió en política de Estado. Y el Estado, más endeudado que fuerte, se convierte en una prótesis que sostiene a un sector privado que no camina solo.

El drama es estructural. No tenemos moneda, no tenemos mercado interno robusto, no tenemos infraestructura logística para exportar con fluidez, y no tenemos una clase empresaria que piense en grande. Tenemos subsidios, dependencia crónica, y un relato que se cae a pedazos cada vez que sube la tasa de interés en Wall Street.

¿Y el Mercosur? Ahí podría estar una pista. Mientras Von der Leyen señala que Europa mira hacia México, India o el propio Mercosur, nosotros seguimos preguntándonos si las empanadas de carne pagan IVA. La integración regional es una puerta abierta que nadie se anima a cruzar. Brasil y Paraguay exportan vehículos y energía. Nosotros exportamos hojas de coca a granel y turistas a Bolivia en fin de semana largo.

Lo que falta es una dirigencia con visión. Nadie se hace cargo del laberinto en el que estamos. Mientras el mundo se rearma en bloques comerciales, Jujuy sigue atomizada, sin cámaras empresarias fuertes, sin bancos con capital local, sin estrategia productiva multisectorial. El litio no es plan: es una zanahoria. La minería sin valor agregado es sólo una renta efímera, que huye tan rápido como los dólares en una mesa de cambio.

En ese desierto, ¿dónde está el oasis? La respuesta es política. No se puede construir desarrollo sobre estructuras que no existen. Jujuy necesita una revolución productiva que empiece en las aulas, continúe en las fábricas y se expanda por las rutas. Sin eso, no hay litio, ni cannabis, ni agroindustria que valga.

La guerra comercial global no es ajena. Nos golpea todos los días cuando sube un insumo, cuando cae una exportación, cuando se rompe una cadena de valor. La pregunta no es si Trump nos afecta: la pregunta es por qué seguimos sin hacer nada al respecto.

¿Qué es lo que más te preocupa hoy en Jujuy?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *