¿Gobernar con estafas? El modelo Milei entre el saqueo, la impunidad y la angustia social

¿Gobernar con estafas? El modelo Milei entre el saqueo, la impunidad y la angustia social

Argentina atraviesa un experimento político sin precedentes, donde el arte del engaño se ha institucionalizado. Bajo el manto del «cambio», el gobierno de Javier Milei construye un entramado de poder basado en relatos que no coinciden con la realidad material de las mayorías. Lo que algunos llaman “audacia liberal”, en los hechos se traduce en una sistemática estafa política, social, económica y moral.

Un modelo basado en estafas múltiples

Cada eje de gestión, desde la economía hasta la geopolítica, muestra un patrón repetido: el discurso es uno, el objetivo real es otro. Lo que se presenta como orden fiscal es en realidad una licuación brutal del poder adquisitivo, que lleva a los argentinos a tener que vender sus pertenencias para comer, mientras los salarios mínimos están en el nivel más bajo en tres décadas. La “modernización” del Estado es, en los hechos, una campaña de saqueo institucional, que incluye la eliminación de políticas públicas vitales (como el reparto de alimentos a comedores) y la entrega de soberanía a cambio de respaldo internacional.

El caso más paradigmático es el acuerdo con el FMI, que no solo refuerza la política de ajuste, sino que ahora aparece respaldado con declaraciones políticas a favor del oficialismo, como lo expresó la propia Kristalina Georgieva. Esto transforma al Fondo en una usina de legitimación externa, que, lejos de ser técnica, se ha vuelto orgánicamente funcional a un proyecto de concentración del poder que avanza en paralelo a la destrucción del tejido social.

Litio, 5G y puertos: ¿cesión de soberanía o estrategia geopolítica?

El reciente desembarco del jefe del Comando Sur de Estados Unidos en Argentina y las visitas constantes de funcionarios norteamericanos no son diplomacia rutinaria. Responden a intereses claros: el litio del norte argentino, las futuras redes de telecomunicaciones (5G) y las rutas marítimas, especialmente la estratégica Hidrovía y el acceso al Atlántico Sur. El alineamiento sin matices del gobierno de Milei con Washington, excluyendo a China y debilitando una política exterior multipolar, convierte al país en un enclave subordinado a la geopolítica estadounidense.

La contradicción es clara: mientras el país carece de dólares para importar medicamentos o garantizar alimentos en escuelas, se convierte en un botín estratégico en la puja global por los recursos. Y todo esto sin ningún debate democrático ni consulta ciudadana.

El dólar debajo del colchón y la gran mentira de la remonetización

El gobierno, en complicidad con el FMI, ha lanzado una ofensiva para forzar a los argentinos a entregar sus ahorros en dólares. La propuesta es sencilla y brutal: “Saque sus dólares de abajo del colchón para consumir”. En otras palabras, financie con sus ahorros personales el ajuste brutal del Estado. El objetivo no es estabilizar la economía: es extraer lo poco que queda en manos de la clase media.

Esta estrategia no es ni original ni eficiente: en nombre de la competencia monetaria, se fomenta la extranjerización del ahorro y el consumo, destruyendo cualquier base para un mercado interno sostenible. Mientras tanto, las reformas estructurales prometidas (laboral, fiscal, previsional) siguen pendientes, aunque todas apuntan a consolidar un modelo de precarización permanente.

¿Hacia dónde va Argentina?

En nombre del combate contra “la casta”, el gobierno ha consolidado un nuevo tipo de elite: opaca, concentrada y globalizada. El caso de la estafa con la criptomoneda “Libra”, en la que está involucrado directamente el presidente y su hermana Karina Milei, muestra el nivel de impunidad con el que se mueve el oficialismo. La intimidación a periodistas, el uso de trolls oficiales y las campañas de odio desde la cúspide del poder completan un esquema de poder autoritario, sin controles, sin responsabilidad y sin empatía.

Argentina se encamina a ser un país entregado, desmembrado y controlado por lógicas foráneas, con una sociedad angustiada, desorganizada y estafada. El “rogel de estafas” que es este gobierno no es solo una metáfora: es el corazón del nuevo contrato social que intenta imponer el mileísmo, donde gobernar es saquear con retórica libertaria.

Conclusión

¿Estamos ante un fraude sistémico o ante una nueva forma de gobernar? ¿Cuánto más puede soportar la Argentina esta modalidad que promueve el hambre, la desinformación y la represión simbólica como herramientas de gestión? La historia juzgará, pero lo cierto es que la estafa ya no es solo económica: es moral, cultural y política.

¿Qué es lo que más te preocupa hoy en Jujuy?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *