¿De motor de la actividad a depósito de la industria?

 ¿De motor de la actividad a depósito de la industria?

Desde la Secretaría de Agricultura de la Nación, señalaron días atrás, la importancia de las instituciones cooperativas como agentes naturales de distribución de recursos. El asentó lo puso el propio Ministro de Agricultura Julián Domínguez, quien se comprometió en sostener la regularidad del Fondo Especial del Tabaco, complemento cada vez más gravitante en la ecuación tabacalera, instando a que las cooperativas sean los órganos naturales del derrame de la actividad, por su carácter redistributivo.

La Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, supo ser el nervio que consolidó al tabaco como economía regional en la República Argentina. Hasta hace una década la institución acopiaba alrededor de 30 millones de kg; sosteniendo una alianza con uno de los más importantes compradores de tabaco del mundo, como la firma Universal Life, con la cual ofrecían una arquitectura financiera que permitía a los productores acceder a recursos frescos antes de encarar la campaña; hoy la cooperativa carga un pasivo que le impide oxigenar a sus asociados con mayor eficiencia.

Los esquemas de gestión fueron cambiando de tal modo que la actividad tabacalera en Jujuy se concentró en menos productores, menos superficie y menos empleo (10.000 puestos laborales erosionados); lo cual debilitó el tejido social en toda el área de los valles.

Si bién desde la institución aseguran que avanzan en reformas internas, mejorando los servicios de proceso de tabaco, celebrando alianzas con sectores de la industria, lo cierto es que los volúmenes de acopio han disminuido a menos de la mitad histórica (esperan llegar a 12 millones este año), por lo cual hay dos miradas; la que apuesta a la reconfiguración de nodo de acopio a una planta de servicios, con cada vez más flacos registros de acopio; y otra que, advierte un final inexorable, ya que el proceso de semi industrialización de la materia prima es posible que se realice exclusivamente en la provincia de Salta (eficiencia del proceso productivo).

La señera institución, hace unas semanas cumplió 53 años, forjando al paso de cuatro generaciones, uno de los complejos más importantes de la actividad económica del país. Sin embargo, hoy no encuentra el punto de inflexión para remontar la capacidad instalada, ya que las declamaciones, son muy diferentes a la realidad.

EP

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