Del caso Libra al misil de Fantino: el Titanic libertario se hunde con las manos en los bolsillos

Del caso Libra al misil de Fantino: el Titanic libertario se hunde con las manos en los bolsillos


Argentina al borde del abismo mientras Milei juega a ser Bart Simpson

La Argentina no está simplemente ante una crisis económica: está frente a una estafa política, institucional y financiera sin precedentes. Mientras los jubilados rascan el fondo de la olla, el gobierno paga intereses de deuda que superan el gasto en pensiones. Y mientras el dólar late como bomba de tiempo, el presidente Javier Milei, en lugar de gobernar, ensaya una salida del manual de Bart Simpson: “Yo no fui”.

Pero los misiles están en el aire. Y el primero explotó esta semana. Lo lanzó Alejandro Fantino —no un periodista, sino un operador profesional del régimen— en una editorial de ocho minutos que ahora el gobierno intenta hacer pasar por “edición maliciosa”. Pero no: lo dijo todo, clarito y textual. Dijo que se vienen meses “muy jodidos” y que la clase media “no va a poder viajar a Buzios”. Que todo se va a mover. Que el avión se va a sacudir. ¿La razón? No los errores del gobierno, no la política económica delirante, no la bicicleta financiera ni la recesión inducida. No. La culpa —según el gobierno y su vocero Fantino— es de los “mandriles del Partido del Estado”.


Caso Libra: la estafa cripto que hunde a un presidente

En este mismo escenario se reactiva el caso Libra, un escándalo de proporciones internacionales que ya tiene todas las piezas de un rompecabezas maldito: billeteras cripto, selfies con el presidente en Casa Rosada, cajas de seguridad abiertas el mismo día de millonarias transferencias, y conexiones directas con Karina Milei, la hermana y virtual jefa de Estado. Heiden Davis, el rubiecito yankee que armó el timo cripto, no solo promocionó el esquema, sino que reconoció en chats filtrados que le mandaba plata a Karina y que “el hermano firmaba lo que sea”.

La estafa no fue entre privados. Fue con un presidente en funciones usando su cuenta institucional para difundir (o como dice él, “solo compartir”) una estafa que habría transferido millones de dólares justo antes del lanzamiento del timo. La misma billetera que devolvía fondos a estafados de renombre fue la que canalizó operaciones en fechas que coinciden con reuniones en Olivos y movimientos bancarios de los operadores locales. La pregunta ya no es si Milei participó. La pregunta es: ¿cuánta plata cobró y dónde la escondió?

  “País sin alma: cuando la política ajusta a los viejos y sobrevive por inercia”

La economía, una bomba con temporizador

Detrás del show libertario, la realidad huele a pólvora. Los “tres reactores” del avión que describió Fantino no están fallando: ya explotaron. El superávit que sostiene Milei es trucho, inflado con contabilidad creativa que excluye los intereses capitalizables de la deuda. La cuenta corriente está desequilibrada. Las exportaciones caen. El dólar flota como un cadáver bajo la superficie. El turismo, el gasto público en salud, educación y transferencias federales están en estado de coma. Y el gobierno, en lugar de encarar la realidad, le tira un misil institucional al Congreso por discutir un aumento miserable a las jubilaciones.

¿El impacto fiscal de los proyectos sociales votados? Apenas 0,25% del PBI. El mismo gobierno que le quitó impuestos a los ricos por el 0,42% del PBI, ahora se rasga las vestiduras por querer garantizar derechos a discapacitados y jubilados. Esto no es ideología, es crueldad selectiva.


Farsa y delirio: un gobierno que se contradice cada doce horas

La secuencia es de película trágica: a la mañana, Milei acusa a los gobernadores de querer tumbarlo. Al mediodía, Fantino blanquea la crisis y lanza el misil del ajuste. A la noche, Caputo va con Majul a decir que “no pasa nada”. Mientras tanto, el Congreso debate leyes básicas y el Ejecutivo responde con amenazas, comunicados de emergencia y operaciones mediáticas que harían sonrojar a cualquier dictador bananero. La frase que lo resume todo la dijo el propio Milei:

“Jodan todo lo que quieran. Los espero el 11 de diciembre.”

Es decir: Milei no gobierna, resiste. Y si algo sale mal, la culpa es de los otros. Como Bart Simpson. Pero ya nadie se ríe.


Argentina camina dormida hacia un nuevo estallido

El plan económico no tiene respaldo, ni técnico ni político. El presidente no tiene aliados. Solo voceros de plástico, trolls pagos y un grupo de financistas que se frotan las manos mientras el país arde. Las señales son alarmantes: inflación reprimida, recesión galopante, deuda a punto de ebullición, caída de reservas, fuga de capitales, pérdida de soberanía energética y alimentaria. Y en el medio, una estafa cripto que tiene la firma del propio presidente.

  ¿Y ahora una Defensoría Nacional de la Niñez? La casta no entiende nada

Si esto no es el principio del final, es el ensayo general del colapso.


Conclusión: El barco libertario ya se inclinó. Y el iceberg está a la vista.

Lo que Milei y Fantino no pueden ocultar con metáforas aeronáuticas es que el Titanic libertario ya chocó. El agua entra por todos lados. El caso Libra es la mancha indeleble de un régimen que se vendió como puro pero huele a podrido. La economía ya no aguanta ni una brisa más. Y lo único que flota son las excusas.

En este teatro de la crueldad, el futuro es claro: o el pueblo recupera el timón, o el naufragio será total.


¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *