Redacción Perico Noticias // El delicado equilibrio que sostiene la economía argentina se asemeja a una bomba de tiempo cuya cuenta regresiva ya está en marcha. Los «espejitos de colores» que ofrece el modelo de Javier Milei –alineamiento con Estados Unidos, blanqueos transitorios y créditos dollar-linked– no alcanzan para resolver las profundas fracturas estructurales del país. Sin un programa realista y sostenido, el escenario actual no solo amenaza con un colapso económico, sino que podría resucitar al leviatán histórico del peronismo, que siempre ha emergido como el «salvador» en las peores crisis del país.
El Espejismo de la Calma: ¿Cuánto Dura?
Milei prometió un cambio radical y el fin del descalabro económico, pero los datos son contundentes: la estrategia actual depende casi exclusivamente de endeudamiento en dólares y de la fragilidad del mercado interno. El gráfico compartido por Luciano Laspina es elocuente: desde junio de 2024, las reservas del Banco Central se sostienen gracias a créditos externos, una práctica insostenible en el tiempo.
El supuesto «apoyo» de Donald Trump, aunque presentado como un factor de confianza, no puede suplir las reformas estructurales que Argentina necesita. En su lugar, el dólar crece como un leviatán, arrasando con las proyecciones económicas, los ingresos en pesos y la paciencia de los argentinos.
La Cuenta Regresiva: El Día D
Con la velocidad del endeudamiento y las crecientes demandas internas de dólares, la calma es solo temporal. Basándonos en el ritmo actual, el escenario de quiebre podría ocurrir en dos momentos clave:
- Febrero de 2025: La presión por pagos de deuda externa, turismo de verano y mayor demanda de dólares marcará el primer disparador.
- Junio de 2025: Este será el momento crítico. La falta de nuevos ingresos, sumada al agotamiento de las reservas y la fuga hacia el dólar paralelo, detonará la crisis.
El Regreso del Leviatán: El Peronismo Acecha
La historia argentina nos muestra que las crisis extremas suelen desembocar en un retorno del populismo peronista, un leviatán político que encuentra su razón de ser en el caos. En un escenario de hiperinflación, crisis social y colapso cambiario, las propuestas mesiánicas y redistributivas del peronismo podrían resurgir con fuerza, arrebatando la narrativa de cambio que Milei intentó construir.
- La narrativa del rescate: El peronismo podría presentarse como el único actor capaz de devolver estabilidad social y frenar la espiral inflacionaria, apelando a la memoria colectiva de los argentinos.
- Un giro político: La crisis económica podría desestabilizar al gobierno de Milei, erosionando su capital político y dejando un vacío que el peronismo está siempre dispuesto a llenar.
Escenario de Desastre: Ni Trump ni el FMI
El problema de Argentina no se resuelve con más créditos ni con el apoyo externo. La economía necesita reformas profundas que ni Milei ni su equipo han implementado hasta ahora. Sin una estructura fiscal sólida y sin crecimiento genuino, los espejitos de colores se rompen, y la realidad golpea con fuerza.
- Inflación fuera de control: La falta de dólares y la inevitable devaluación oficial impactarán directamente en los precios, llevando la inflación a niveles hiperinflacionarios.
- Crisis social: Con una pobreza que supera el 38% incluso con medidas paliativas, un colapso cambiario será devastador para los sectores más vulnerables.
- Default técnico: El modelo actual no podrá sostener el pago de deuda externa sin nuevos ingresos, generando tensiones internacionales y profundizando el aislamiento económico.
¿Hacia un Nuevo Ciclo de Crisis?
La falta de soluciones reales no solo pone en jaque la estabilidad económica, sino también el proyecto político de Milei. El sistema no se desarma, pero tampoco se reestructura. En este contexto, el peronismo, históricamente experto en capitalizar las crisis, acecha como un depredador paciente, listo para volver a ocupar el centro del escenario político.
«Ni Trump, ni Milei, ni espejismos: la bomba económica de Argentina no tiene desactivador fácil. ¿Es este el comienzo del fin del cambio, o el renacimiento del leviatán que nunca desaparece?»