Perico Noticias // La visita del presidente Javier Milei a Washington y las negociaciones por un préstamo de 30.000 millones de dólares del Tesoro norteamericano han encendido las alarmas en distintos sectores económicos de la región. La letra chica del acuerdo no sólo apunta al pago de vencimientos de deuda y a sostener reservas: implica, en los hechos, una redefinición geopolítica que coloca a China —principal socio comercial de Argentina en materia de minerales y producción agroindustrial— en la mira.
En el caso de Perico, la situación es particularmente delicada. Allí, el Parque Industrial ha captado en los últimos años interés de capitales chinos, con proyectos de logística, manufactura e insumos quimicos para explotaciones minerales que se encuentran en desarrollo. Sin embargo, el alineamiento total de Argentina con Estados Unidos podría interpretarse como una declaración de inestabilidad jurídica para cualquier empresa vinculada a Beijing. “El enemigo de EE.UU. es China, y en plena guerra comercial global, las inversiones chinas en territorio argentino se convierten en piezas sacrificables”, advierten analistas ya que se presentó un inventario para la negociación con el tesoro Norteamericano donde Jujuy esta incluida.
La situación se agrava en Jujuy y el NOA, donde los emprendimientos litíferos —hoy impulsados en gran medida por compañías chinas— quedarían bajo seria amenaza. De avanzar el acuerdo con Washington, Estados Unidos no sólo reclamaría garantías jurídicas, sino también la transferencia práctica de riqueza y control de recursos estratégicos, como lo exigió en Ucrania. En términos concretos: inversiones mineras en suspenso, freno a nuevos proyectos y pérdida de capitales que ya estaban asegurados por convenios provinciales.
El sector agrícola tampoco quedaría al margen. China es uno de los principales compradores de granos, derivados y tabaco del norte argentino. Una ruptura de relaciones comerciales podría devastara las economías regionales, golpeando con fuerza a productores que dependen de ese mercado para sostener sus exportaciones.
En este escenario, lo que se presenta como un “rescate” financiero se perfila como un jaque a las provincias: Perico, Jujuy y toda la región podrían pagar el precio más alto de un viraje internacional que hipoteca no sólo las finanzas nacionales, sino también los proyectos de desarrollo local.
El interrogante que queda planteado es claro: ¿Argentina acepta los dólares del Tesoro a cambio de entregar su soberanía económica y sacrificar sus alianzas con China, o busca un equilibrio que evite convertir a sus provincias en las primeras víctimas de una guerra geopolítica ajena?.