Redacción Perico Noticias // En un contexto económico explosivo, el presidente Javier Milei parece dispuesto a sostener su política de no devaluar el peso, a pesar de los insistentes pedidos del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta decisión, lejos de ser una señal de alivio, indica que el ajuste económico se profundizará, y sus efectos comenzarán a sentirse con mayor fuerza en las provincias, especialmente en Jujuy. Pero, ¿qué significa esto para la economía y el día a día de los argentinos?
Un enfrentamiento entre pragmatismo político y presión internacional
El FMI, históricamente conocido por exigir devaluaciones como parte de sus recetas económicas, observa con atención cómo el gobierno libertario de Milei mantiene una postura desafiante. ¿Es esta una estrategia para evitar el caos social de una devaluación brusca o un intento de ganar tiempo para implementar reformas estructurales? La respuesta no es clara, pero lo que sí está garantizado es que el costo de esta decisión recaerá sobre las espaldas de los ciudadanos.
¿Qué significa evitar la devaluación?
Evitar una devaluación directa significa postergar la corrección del tipo de cambio, que ya se encuentra desfasado en más de un 18% respecto al dólar paralelo. Sin embargo, esta decisión no elimina las distorsiones económicas, sino que las agrava:
- Inflación galopante:
- En ausencia de una devaluación, los precios seguirán ajustándose a través de la inflación. Esto significa que los salarios reales seguirán perdiendo poder adquisitivo, especialmente en provincias como Jujuy, donde el impacto del costo de vida es más evidente.
- Presión sobre las reservas internacionales:
- El Banco Central deberá utilizar sus escasas reservas para sostener el tipo de cambio oficial y financiar importaciones esenciales. Esto podría acelerar una crisis cambiaria si no se logra atraer nuevas divisas al país.
- Brecha cambiaria insostenible:
- Mientras el dólar oficial se mantenga atrasado, la diferencia con el dólar paralelo continuará creciendo, fomentando la especulación y desincentivando las exportaciones.
El ajuste se profundiza: el impacto en Jujuy
En provincias como Jujuy, las consecuencias de un ajuste inflacionario sin devaluación se sienten con mayor crudeza. Con una economía dependiente de recursos como el litio y el turismo, y con niveles de pobreza alarmantes, la falta de una corrección cambiaria podría generar:
- Mayor desigualdad:
- La inflación golpeará más fuerte a los sectores vulnerables, mientras que los empresarios y productores exportadores sufrirán por la falta de competitividad debido al atraso cambiario.
- Desempleo estructural:
- Sin incentivos claros para la inversión, las pequeñas y medianas empresas jujeñas podrían enfrentar mayores dificultades para sostenerse, lo que aumentará la desocupación.
- Crisis social y malestar:
- A medida que los precios suban y los salarios se licúen, el malestar social podría incrementarse, generando protestas y demandas hacia un gobierno que aún lucha por consolidarse.
La estrategia de Milei: ¿puede funcionar sin devaluar?
La única forma en que Milei podría evitar una devaluación y, al mismo tiempo, estabilizar la economía, sería implementando un paquete de reformas estructurales masivas. Esto incluye:
- Ajuste fiscal extremo:
- Recortar gastos en todas las áreas del Estado, incluyendo subsidios y transferencias a provincias, lo que afectaría directamente a Jujuy y otras jurisdicciones dependientes de fondos nacionales.
- Fomento de exportaciones:
- Incentivar sectores clave como el litio y el agro para generar divisas. Sin embargo, esto requeriría eliminar restricciones cambiarias, algo que podría no ser inmediato.
- Reestructuración política:
- Establecer acuerdos con provincias para implementar medidas de ajuste sin generar caos social, algo que parece difícil en un contexto de alta polarización.
¿Qué nos dice el futuro?
Si Milei no devalúa, el escenario más probable es que el ajuste continúe a través de la inflación. Este mecanismo, aunque menos visible que una devaluación, es igual de doloroso. Los salarios pierden valor, los precios suben, y las provincias enfrentan dificultades para sostener sus economías locales.
En Jujuy, donde los recursos económicos ya son limitados, el impacto de estas decisiones será particularmente devastador. Con una población dependiente de transferencias nacionales y un sector productivo que necesita competitividad internacional, las medidas de ajuste sin corrección cambiaria podrían hundir aún más a la provincia en la desigualdad y el estancamiento.
¿Una victoria a corto plazo o una bomba de tiempo?
La decisión de Milei de no devaluar puede ser interpretada como un intento de evitar el caos inmediato, pero también es una apuesta arriesgada que podría derivar en una crisis mayor. Si no se implementan reformas estructurales rápidas y efectivas, el costo de esta estrategia recaerá, una vez más, sobre los sectores más vulnerables del país.
En Jujuy, los próximos meses serán cruciales. La provincia podría convertirse en un ejemplo de cómo las políticas nacionales afectan de manera desproporcionada a las economías regionales. Y mientras tanto, la pregunta sigue siendo: ¿cuánto tiempo puede sostenerse esta estrategia antes de que la realidad económica obligue a un cambio abrupto?.