por EDGAR MAINHARD

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). En la noche del lunes 17/11, Roberto García miró a la cámara y planteó el interrogante: «¿Cómo es que los intendentes del Frente Renovador pueden pagar un plus salarial a los empleados de sus municipios pero no pueden concederlo los alcaldes del Frente para la Victoria, quienes han recibido y reciben mucho más dinero desde el Ejecutivo Nacional?».

Desde la pantalla de Canal 26, luego él escaló un poco más en su reproche al oficialismo: «¿Cómo es que Julio Pereyra (intendente de Florencio Varela, en el Gran Buenos Aires sur), que tanto apoyo recibe de la Casa Rosada -fue el 1er. intendente que consiguió Julio De Vido poniéndole algo en el bolsillo, y Pereyra también puso algo en el bolsillo de De Vido-, no puede pagar el plus salarial?».

A un par de metros de distancia, Sergio Massa escuchaba y no podía contener la sonrisa. Tan divertido estaba Massa que cuando comenzó la entrevista de García hasta olvidó tratarlo de Ud. y comenzó a tutearlo, rompiendo el protocolo que él mismo había establecido en las 3 visitas anteriores a «La Mirada«.

En ese momento, Massa agregó: «Por eso le pedimos a los intendentes, al gobierno provincial, al gobierno nacional y a la ANSeS, que hagan un esfuerzo y también ellos paguen una cantidad no salarial junto al medio aguinaldo de fin de año. Que lo hagan por la mesa salarial de los trabajadores».

Massa fue intendente municipal, funcionario del Ejecutivo Nacional (Jefe del Gabinete de Ministros) y director general de la Administración Nacional de Seguridad Social, por lo tanto su experiencia personal respaldó su frase siguiente: «Yo sé que si hacen un esfuerzo, lo pueden pagar».

En verdad, si la Administración Cristina quisiera hacer un esfuerzo, ni siquiera estaría gravando los salarios con el Impuesto a las Ganancias, tributo con el que financian el 3% del gasto público. Y si la Administración Cristina quisiera hacer un esfuerzo, podría revisar algunos ítems de las erogaciones, poniéndole así un freno a la espiralización de la inflación. Y si la Administración Cristina quisiera hacer un esfuerzo, podría frenar el muy peligroso endeudamiento a valor ‘dollar linked’ (deuda emitida a valor dólar oficial, que está retrasado y que cuando se actualice, hará explotar las alcancías de los deudores. Una irresponsabilidad que comparte con la Administración Macri, la Administración Scioli y otros).

Pero la Administración Cristina no quiere hacer ningún esfuerzo, y esa una incongruencia muy interesante: desearía permanecer, no irse nunca más del Ejecutivo Nacional, pero hace tiempo que no ejecuta alguna acción que justifique su ambición de quedarse. La Administración Cristina es semejante a la Administración Menem del final: el poder sólo por la impunidad, porque las ideas ya se agotaron.

En el caso del anuncio que hicieron Massa y los intendentes del Frente Renovador, quedó en evidencia, una vez más, la irrelevancia de Axel Kicillof, personaje relevante de la Administración Cristina desde los días de Hernán Lorenzino como falso ministro de Economía: ¿cuáles han sido los logros de Kicillof, el confidente de la Presidenta de la Nación? Es una relación tan estrecha, pese a la ausencia de éxitos, tal como no se recuerda desde Jorge Rafael Videla con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro.

La sociedad argentina sufre una de las tasas de inflación más elevadas del mundo pero, además, una recesión profunda que sigue aumentando, y sin embargo Cristina Fernández de Kirchner imagina a Kicillof un buen precandidato a vicepresidente de la Nación, tal como en su momento creyó que seríaAmado Boudou. Por cierto que es una locura pero también lo es que en ese contexto, Cristina afirme conservar un 30% de intención de voto, y por eso especule con otro gobierno del Frente para la Victoria 2015-2019.

Es evidente que a una porción considerable de la sociedad argentina le apetece la personalidad de Cristina verborrágica, enfrentando a los opositores, burlándose de ellos, demostrando ser «una mujer de carácter», cuando los otros líderes políticos se contentan siendo pusilánimes, en nombre de la prudencia y el recato.

Por eso es importante la acción salarial del Frente Renovador, que resulta una mecha encendida en toda la Administración pública nacional y provincial: porque desnuda las contradicciones entre el discurso y las acciones de la Administración Cristina y sus aliados. Ahora que Hugo Curto le explique a los municipales de 3 de Febrero por qué en Malvinas Argentinas resulta que Jesús Cariglino pagará un plus equivalente al 40% del medio aguinaldo y él no. Que Jorge Ferraresi explique por qué enAvellaneda no se pagará lo que Joaquín De la Torre pagará en San Miguel. Y si Juan Patricio Mussi quiere pagarlo en Berazategui, tal como hará Gabriel Katopodis en San Martín, pero le dicen que no lo haga porque Axel Kicillof ya bajó línea para todo el Frente para la Victoria, habrá mucho ruido dentro del oficialismo.

Y también en el sindicalismo porque Andrés Rodríguez tendrá que explicar por qué la modosa Unión Personal Civil de la Nación no consigue alguna concesión concreta de parte de Kicillof, más allá de las cuestiones personales de su secretario general vitalicio.

Es cierto lo que dice Massa: todo es un problema de asignaciones presupuestarias. También la inflación lo es. Por cierto que es muy raro que el oficialismo acaba de aprobar sin cambios su Presupuesto 2015 que mantiene los errores de su Presupuesto 2014 que ratificó todo lo malo del Presupuesto 2013 que es una imitación del perverso Presupuesto 2012… , y ahora Kicillof se queja queél no puede conceder la compensación parcial que sí pagan los modestos intendentes del Frente Renovador con recursos de los propios municipios, sin endeudarse para afrontar el gasto corriente. Algo se está haciendo muy mal en la gestión de la hacienda pública… Y el cuestionamiento también es válido para los casos de Daniel Scioli en la Gobernación bonaerense y de Mauricio Macri en Ciudad de Buenos Aires.

El reclamo crecerá en varias Administraciones públicas en las próximas horas porque el promedio de ajuste salarial 2014 se ubicó por debajo del 30%.

Una concesión del plus salarial de parte de Kicillof ratificaría que el Estado hizo mal las cuentas cuando otorgó ese ajuste o que la inflación ha desbordado sus previsiones para el año en curso. Pero también que la inflación del INdEC sigue siendo una mentira. Y esa aceptación a su vez reforzaría la idea de que la paridad del dólar oficial es ficticia, y a su vez así quedaría en evidencia que el endeudamiento público a‘dollar linked’ es una bomba de tiempo que dispuso la perversa Cristina para quien le suceda…

Es cierto, tal como dijo Massa a García, que no hay Código Penal Zaffaroni porque él y su gente salieron a la calle a juntar firmas en contra y armaron un escándalo. Y que no hay reelección de Cristina porque el Frente para la Victoria perdió los 2 comicios 2013 a manos del Frente Renovador. Pero lo novedoso de lo que está sucediendo por estas horas consiste en que, cuando Kicillof había puesto a todos a mirar hacia enero, en base a expectativas de que entonces habrá pago a los acreedores holdouts (o sea que el Estado K resarcirá, dólar sobre dólar, a los ‘malditos buitres’) para que la Argentina pueda regresar al mercado global de capitales y así seguir endeudándose en lo que queda del mandato de Cristina, la acción del Frente Renovador le recuerda a todos (y todas) que antes de enero está diciembre, y que diciembre viene espeso.