El Gobierno podría regular las tasas de interés para impulsar la actividad económica

PEDRO YLARRI  |

El Gobierno argentino anticipó que daría luz verde a que el Banco Central regule hacia la baja las tasas de interés, que más que se duplicaron desde la brusca devaluación de enero, con el objetivo de reducir la presión inflacionaria. La razón es que el crédito se estancó para familias y empresas, y la actividad económica se desaceleró al punto de ingresar en una recesión.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue el encargado de anticipar la jugada, que llegaría a través del Banco Central y no de una regulación forzada, como se temía en algunos rincones de la city porteña. En su ya clásica conferencia de prensa matutina, dijo hoy que «es hora que el Banco Central de la República Argentina regule adecuadamente las tasas» de interés.

El motivo es evitar las ganancias «usurarias», que afectan «el poder adquisitivo del consumidor». En la práctica, hoy, las familias reciben un 23% de interés anual por sus plazos fijos, frente al 10% que recibía en diciembre. Cuando piden préstamos, las tasas suelen superar el 60% anual, frente al 35% de hace dos trimestres. La inflación es cercana al 35% anual.

Existe «una estrategia que emplean grupos económicos y financieros en la República Argentina» con «índices falsos y operaciones de prensa» para «garantizarse doble tasa de ganancia» con la «comercialización de divisas y las tasas de interés», expresó Capitanich, según consigna la agencia DyN.

«Sepan que el Estado va a intervenir para regular adecuadamente esta cuestión. Es hora que el BCRA regule adecuadamente las tasas para que los bancos dejen de cobrar tasas usurarias a los consumidores», advirtió.

La suba de tasas, en rigor, fue impulsada por el Banco Central, cuando el peso se devaluó un 25% en el arranque del año e impulsó aún más la inflación. La entidad rectora del sistema financiero absorbió a través de la suba de tasas más de 50.000 millones de pesos y, así, logró desacelerar el índice inflacionario. El costado negativo fue la tasa de actividad, que se desaceleró al igual por la restricción del crédito y la inversión. Técnicamente, debido a ello, entre otras cosas, la Argentina se encuentra en recesión.