“En enero, los grupos concentrados, derrotaron las medidas de Alberto”

 “En enero, los grupos concentrados, derrotaron las medidas de Alberto”

El presidente de la nación, de gira obligada por Europa, intenta dar explicaciones en el exterior para obtener apoyo suficiente para reestructurar el peso fatal de la deuda heredada.

Por Jorge Lindón //Las medidas que tomó para evitar que los sectores más vulnerables colapsen, perdieron vitalidad ante el aumento inhumano aplicado por los grupos formadores de precio.

Ciudad de Perico // Más allá de vivir en un mundo globalizado, donde el resfrió de cualquier interés económico de relevancia condiciona al resto del globo, el invierno que padece la argentina, se extiende por todo su territorio.

Si bién el presidente, quien no terminó de realizar los nombramientos en todos los resortes del estado, lo que revela la magnitud de la crisis cuya prioridad es alcanzar una negociación que nos de respiro;  sigue intentando tejer un paracaídas, las políticas públicas lanzadas desde el minuto cero, todavía no alcanzan los objetivos trazados; enero registrará una nueva y dolorosa pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación.

Sin dudas, el nuevo gobierno entendió la gravedad en la que se encuentran los sectores postergados, pero la mecánica de instrumentación de los recursos “Ley de solidaridad y reactivación económica” fue absorbida por las gigantes aspas del molino que domina el escenario mercantil.

En el caso de Jujuy, el desempleo privado aumentó, ya que en la soledad de la periferia, nuestra provincia que imita en parte las estructuras de reparto del centralismo histórico, contribuye a ahogar aun más el escaso ADN productivo que sobrevive por esta región.

La tarjeta alimentaria, no se activó aún en la magnitud que la ANSES determinó para la provincia, donde debe haber 35.000 beneficiarios; no hubo congelamiento inmediato de tarifas, ni control en los servicios públicos, con lo cual gran parte de la sociedad jujeña recibió un injusto mazazo.

El slogan “la Paz alcanzada”, se redujo a la percepción de rutas despejadas, una rutina sencilla de lograr por personal de tránsito de cualquier provincia, hoy el piquete esta en la mente, ese bloqueo genera noches de insomnio en millares de jujeños que no logran dormir por el peso de sus preocupaciones.

Las pequeñas empresas, el minimercadito del barrio y los comercios en general, son atacados sin piedad por un estado con un hambre impositivo que no conoce límites, sin darle participación en los escasos beneficios, siempre los premiados son los grandes capitales, casi todos pertenecientes a firmas extranjeras o empresarios ligados al poder. Sería necesario establecer un nuevo sistema de participación en los mercados, tal vez la naciente ley de góndolas aporte algún mecanismo para acompañar a centenares de emprendimientos deshechos; precios cuidados también debería sentar en la mesa a las pymes regionales para abastecer puntos de ventas populares y cercanos, con estrictos control “la sociedad comenzó a aborrecer nuevamente a la ineptitud de los políticos”.

Si bién el mercado interno de Jujuy es pequeño, organizar un programa de sustitución de proveedores podría resultar una salida para generar empleo de calidad; si bién es recomdable el libre mercado y la competencia, la postergación de los emprendimiento provinciales necesita de un programa promotor y proteccionista, ya que no posee condiciones de competitividad.

En cuanto a la producción agropecuaria, Jujuy no alcanza el 1% en la participación del mercado de  frutas y hortalizas en el órden nacional, con lo cual pretender incrementar la producción para conquistar 3 puntos en el mercado central y dos puntos extras en colocaciones externas, supondría salir de la eterna postergación y la búsqueda inútil del santo grial “nueva matriz productiva”, sin enajenar el futuro de los jujeños con créditos usureros.

Si se optara además como política pública, elaborar toda la cadena de valor, es decir transformar parte de nuestra materia prima en alimentos y derivados de proteínas en virtud que la frontera ganadera ya esta en Salta, estaríamos en condiciones de absorber los segmentos desempleados con programas en nuevos oficios;  integrados a las pymes exitosas en el manejo de big data que ya posee Jujuy, tendríamos un perfil punzante para abrirnos paso en nuevos mercados.

El turismo receptivo, en nuestra provincia crece merced a un decente posicionamiento que impulsó la provincia, acompañado por obras de infraestructura como el aeropuerto, rutas e inversiones privadas hoteleras y gastronómicas; pero estos esfuerzos están lejos de equiparar el potencial real de la actividad en Jujuy.

La provincia ha perdido demasiadas energías en sostener posiciones políticas radicalizadas, hemos consumido enormes recursos en descalificarnos, hubo innecesarias campañas buscando culpables y una dolorosa ausencia de una atinada autocrítica; la mesa del diálogo social es necesaria y urgente.

Argentina se desbarrancó, no camina por el borde de la cornisa, argentina está en caída libre, el nuevo gobierno intenta darnos un paracaídas, luego de amortiguar la llegada al fondo, será desde la impronta de las provincias y de los municipios la responsabilidad de resurgir desde las cenizas; nación estará absorbida por obligaciones siderales que harán que por unos cuantos años extrañemos sus aportes históricos, una costumbre que no podía ser eterna, algún día debíamos comenzar a caminar solos.

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