En un terreno plagado de nepotismo, Vidal se suma a la prohibición de familiares de funcionarios en su gobierno

MSN || Luego de que el presidente Mauricio Macri anunciara ayer que prohibirá por decreto a los ministros la posibilidad de nombrar a familiares en el Estado, la provincia de Buenos Aires dijo que «adherirá» a la medida.

Así lo informaron fuentes del gobierno de la Provincia ante la consulta de LA NACION. Aún no fueron especificados los alcances de la medida, es decir, si afectará solo a los ministros o también al resto de los funcionarios bonaerenses y si obligará a los municipios, donde esta práctica es común.

En la provincia de Buenos Aires, el nepotismo, que consiste en nombrar o contratar en el Estado a personas por ser parientes o afines del funcionario que hace la designación y no en razón de la idoneidad del aspirante, es una práctica corriente. Los nombramientos de familiares se realizan sin disimulo, incluso con el mismo apellido de funcionarios y legisladores, nacionales y provinciales; o a personas reconocidas públicamente como sus cónyuges.

Cuestión de apellidos

Los ejemplos abundan y no distinguen color político. A veces se nombran parientes con apellidos distintos, pero otras los funcionarios son menos sutiles y designan a parientes que se llaman como ellos. En Rauch, por ejemplo, el intendente radical Maximiliano Suescun nombró en 2015 a su sobrino Santiago Suescun como coordinador de Desarrollo Local de la Comuna. En Olavarría, el intendente de Cambiemos, Ezequiel Galli nombró a su tío, Eduardo Galli como subsecretario de Deportes y Turismo; a su primo, Juan Agustín Galli como director de Gestión Deportiva y a su Hilario Galli, subsecretario de Recursos Públicos.

En 2016, Cambiemos presentó un proyecto de ley «antinepotismo» en la Cámara de Diputados de la Provincia, que perdió estado parlamentario el año pasado porque no se le dio tratamiento en comisión.

«Cuando llega un proyecto que nadie se anima a vetar, pero tampoco a aprobar, es habitual que directamente no se le dé tratamiento. Nunca sale de la comisión y se archiva», dijo una fuente del poder legislativo provincial sobre la falta de avance del proyecto. En la Legislatura también es habitual que los diputados y senadores nombren a sus parientes en los municipios donde los eligieron.

El proyecto de ley D-3972/16-17, que sus creadores dieron en llamar «antinepotismo» ingresó por iniciativa de Cambiemos en noviembre de 2016. Recayó en la Comisión de Reforma Política, pero nunca fue tratado, pudo comprobar LA NACION. Por lo tanto, no fue derivado, como estaba previsto, a las de Legislación General y Asuntos Constitucionales ni llegó al recinto.

El sueño de los justos

«Duerme el sueño de los justos a pesar de que por el Reglamento Interno de la Cámara, las Comisiones deben resolver la suerte de los expedientes en un plazo no mayor a sesenta días», dijo a LA NACION Guillermo Castello (CC), el legislador que presentó el proyecto hace un año y medio. Según adelantó, el lunes lo presentará nuevamente.

«El problema del nepotismo no es de color político, esto no pasaba solo durante el kirchnerismo, es transversal a toda la política. Pasa mucho en las intendencias e incluso en el Ejecutivo. Por eso el decreto de Macri es un muy buen primer paso», consideró el diputado bonaerense, cercano a la diputada nacional Elisa Carrió.

Los tres poderes

Sin embargo, la medida nacional se refiere solo a los ministros y a sus familiares en segundo grado de consanguinidad o afinidad (hijos, hermanos, esposas). El proyecto bonaerense apunta a los tres poderes del Estado, a funcionarios de empresas del Estado provincial, permite a los municipios adherir a la ley y aplica a los parientes consanguíneos de cualquier grado, así como cónyuges, parejas y convivientes.

«Espero que este ejemplo sea seguido por la política argentina», subrayó ayer el Presidente sobre la medida, que forma parte de un paquete de recortes en la estructura del Estado, en un mensaje desde la Casa Rosada para que el ejemplo nacional sea replicado por gobernadores e intendentes, y que llegó claro a oídos de Vidal.