La faringolaringitis de Cristina es sólo el comienzo
No corren buenos tiempos para la Presidenta, Cristina Fernández. Y el mayor dilema es que la mayoría de sus complicaciones no pueden ser resueltas por médicos… De la medicina a los milagros:
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) En materia de salud no corren buenos tiempos para la presidente. Apenas, en febrero pasado debió realizarse una tomografía de cerebro y un electrocardiograma en un control programado en la Fundación Favaloro. Fueron estudios posteriores a su operación del hematoma cerebral del 8 de octubre último.
En enero, fue atendida en el Hospital Austral de Pilar por una «bursitis del trocánter izquierdo», una inflamación en la zona de unión de músculos que permiten articular la cadera.
Hace unas horas, le dieron 24 horas de reposo por una faringolaringitis por lo que debió suspender su viaje a Paraguay. El dilema mayor no es ahora su enfermedad, sino el contexto en que se produce.
¿Cómo enfrentar el momento más difícil de su gestión con tan frágil salud?
Su compañero en el Ejecutivo, es uno de los que mayor dolor de cabeza trae a la mandataria. «Será muy difícil convivir con esa situación. Es una desventaja para cualquiera de nosotros», confesó al diario ‘Clarín’, en reserva estricta, uno de los seis postulantes que buscan convertirse en herederos de la Presidenta.
La mandataria no ha mencionado el conflicto en ninguna de sus apariciones públicas de esta semana. Aunque fue difícil no hacer alguna asociación con una referencia que desgranó ayer a la mañana al recordar otro aniversario de la muerte del ex presidente Juan Perón. Su recordatorio incluyó esta vez también a la figura de Hipólito Yrigoyen, de cuyo deceso se cumplen 81 años.
Cristina aprovechó la oportunidad para criticar al Poder Judicial por haber convalidado la doctrina de los golpes de Estado. Tanto Perón como Yrigoyen debieron abandonar el poder por asonadas militares. Recordó que el ex presidente peronista fue perseguido con todo tipo de acusaciones como la de «estupro» o de poseer «cuentas bancarias en Suiza».
«Ustedes chicos, deberían saber bien estas cosas», les dijo a los dirigentes de La Cámpora y a militantes juveniles que ocuparon el Salón de la Mujer de la Casa Rosada. Se supone que esos dirigentes, grandecitos ellos, deberían saber esas cosas y muchas más, sin necesidad de ninguna lección presidencial. La parábola sonó enfilada al escándalo Ciccone y a la situación de Boudou. Aunque parezca un auténtico despropósito intentar asimilar, en cualquier plano, el recuerdo del tres veces ex presidente con las presentes andanzas de su vice.
En fin, a ello se suma la complicada situación con los fondos buitre y el riego de default.
Recién este lunes la misión argentina se sentará a negociar con los fondos buitres que le reclaman el pago de US$1.330 millones y que consiguieron para ello el aval de la justicia de USA.
Mientras tanto, crece la expectativa de cómo sorteara Cristina finalmente ese escollo, una enorme complicación para la ya averiada economía doméstica, en recesión, según la información oficial.
De la inflación, la única novedad es que sigue en aumento, cada vez más intenso, pese a que el Gobierno insiste en hablar de una «línea descendiente en materia de precios».
Hasta Elisa Carrió le sumó dolores de cabeza con un pedido de juicio político. La diputada nacional y cofundadora del Frente Amplio Unen redactó un pedido de juicio político contra Cristina Fernández por mal desempeño y posible comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones al resistir actualizar el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
¿Qué viene se viene? Sin dudas, más problemas: en el ámbito judicial, político, económico, y en la salud de la mandataria: ¿Palpitaciones, ataque de angustia, sudoración, estado depresivo? ¿Cómo hará Cristina para evitar el famoso «estresazo»?
Para completar el cuadro, sólo le falta que Argentina pierda ante Bélgica.
