La guerra rusa en Ucrania deprime a las bolsas y castiga al euro frente a un dólar que se hace fuerte
La guerra ha instalado definitivamente el pesimismo sobre la evolución de la economía mundial y, mucho más, sobre la europea, donde se espera una ralentización del crecimiento -quizás, una recesión-, con menos consumo e inversión, nuevos desequilibrios en las finanzas públicas y afectación importante sobre el empleo. Tras una semana de fuerte volatilidad, con días de caídas y subidas muy acusadas, el bombardeo de una central nuclear en la madrugada del viernes ha despejado las pocas dudas que podía haber: Putin no se va a detener.
Hoy, el día en los mercados ha reflejado lo que hay a la vista: una tragedia de dimensiones todavía desconocidas. Las bolsas europeas han caído a plomo. El Ibex, que el pasado mes de mayo superó los 9.300 puntos en su nivel máximo tras la pandemia, ha cerrado hoy por debajo de los 7.800 puntos, un 17% por debajo de esos máximos. Está al borde de entrar en lo que se conoce como un mercado bajista, cuando cae un 20% o más desde su máximo anterior.