“La tristeza nao tem fim” ante el estancamiento de Scioli, Fellner busca inútilmente colgarse del saco de Lula DaSilva, también sospechado de corrupción
El candidato de Tigre recuperó el posicionamiento con el que cerró el año pasado su carrera hacia la presidencia, en aquella oportunidad el denominado efecto Gerardo Morales, lo había llevado a tocar la cúspide en las preferencias nacionales; sin embargo la expansión del acuerdo llevó a Massa a cometer errores que meses después lo relegaron al tercer puesto; pero tras resistir las PASO rompiendo la polarización, desde su reciente paso por Jujuy junto a Morales, recuperó valiosos puntos en las encuestas nacionales, alcanzando al PRO en el promedio, superando a Daniel Scioli en varias provincias del NOA y NEA.
14.09.2015 || Sergio Massa cerró el año 2014 con la épica foto junto a Gerardo Morales en el Hotel Altos de la Viña en Jujuy, imagen que recorrió todo el país, dando paso a florecientes acuerdos con potenciales candidatos a gobernadores en varias provincias.
Sin embargo la irradiación fue solo un relámpago de verano, ya que entrado el 2015, Sergio Massa fue reducido en su proyección, desde el propio kirchnerismo en la apertura de sesiones ordinarias del 2015, cuando CFK decidió instalar a Mauricio Macri como el adversario del kirchnerismo, sacándolo del fondo de las expectativas (7%) para llevarlo a unos asombrosos 30 puntos que no pudo sostener en las PASO de agosto, donde se quedó con un 24%; de allí en más solo espuma.
Pero en esas circunstancias, las fuertes operaciones por fraguar la candidatura de Massa fracasaron, ya que el joven candidato de Tigre, sorteó la iniciativa aferrado a José Manuel de la Sota, cuya interna evitó el exterminio de la oferta orientada a la ancha avenida del medio.
Irónicamente, las PASO que dejaron en una tercera posición al massismo fueron el motor de una reestructuración de campaña, que comenzó a enfrentar desde el discurso los grandes problemas de la argentina, con soluciones concretas y sencillas de asimilar.
Más allá del tucumanazo y el bochorno “Niembro”; nuevamente Massa se reconstruye junto a Gerardo Morales, el efecto de la vista registrada días pasado donde padecieron el asedio de agrupaciones sociales hostiles, el massismo asaltó la posición del PRO, el cual en el NOA y NEA ya hace aguas sin ninguna oportunidad electoral de alta performance.
Los equipos de campañas del oficialismo del NOA, ya informaron que Daniel Scioli quedó retrasado en algunos distritos como Salta y Jujuy, con lo cual Massa decidió regresar por estas tierras, con un discurso perfilado al derrumbe definitivo de los feudos de los señores millonarios del PJ.
Esta tendencia precipitó el quiebre del PJ en el NOA, el socavón lo alienta el crecimiento de Sergio Massa, que a su paso evidencia grandes reencuentros en el peronismo del interior, donde en Jujuy, excepto Fellner, Jenefes y Rivarola; y el séquito de candidatos a diputados provinciales, se reencontraron todos; convergencia que reduce las chances de Eduardo Fellner de retener la gobernación.
El regreso de Sergio Massa al norte argentino ya no será una incursión por la consolidación de la intención de votos de la cual ahora goza, esta vez será organizada para perforar al PRO y al Sciolismo en las áreas centrales; atacaran desde la periferia, ya que a provincia de Bs As y Santa Fé poseen una alta composición de migraciones internas producida durante varias décadas, cuyas raíces están en el NOA y NEA.
A esta agenda se le agregará un planteo para sepultar los feudos, con un voto patriótico orientado al único hombre que lo propone; proponiendo a los argentinos causa común para terminar con la pobreza, la desnutrición y el clientelismo (esclavitud moderna que llevó a la muerte al militante Ariel Velazquez), flagelos imperdonables del kirchnerismo, disparadores suficientes para sensibilizar a una gran franja de argentinos, dispuestos liberar a sus compatriotas con un voto solidario el próximo 25 de octubre.
Finalmente CFK tenía razón, aquella vez que por cadena nacional anunció “un posible misil del norte contra su gobierno”, haciendo referencia a las dificultades que tenían por esos momentos en las negociaciones con los Fondos Buitres; pues el massismo ya lanzó una nueva ola de punzantes mensajes desde Jujuy, que están alcanzando con fuertes impactos en la opinión pública nacional, que comenzó a inclinarse por el hombre que en el 2013 se anunciaba como lo nuevo de una transformación nacional; al parecer el rio de las preferencias regresa al cauce.
La tendencia hacia la extinción de las monarquías en el NOA, llevó a Eduardo Fellner a cambiar de consultora y de estrategia; ahora hace eje sobre si mismo, exaltando su experiencia y presenta a Guillermo Jenefes como “la garantía” de gobernabilidad; sin embargo sigue lejos de Gerardo Morales, por lo cual en los últimos días se lo vió junto a Lula Da Silva, que vino a la Argentina convocado por Daniel Scioli a sostener la campaña del kirchnerismo, espacio que no encuentra manera de sacar al motonauta del estancamiento, fenómeno que cuando ingresa en el estadio de meseta tiende por lo general al desvanecimiento.
La situación esta semana se presenta nuevamente adversa para el fellnerismo, si bién no debe dar explicaciones a la prensa local, la cual jamás tuvo la oportunidad de acceder a una conferencia de prensa con agenda abierta; Fellner debe responder por la niña Abigail del Yavi que presenta un fuerte cuadro de desnutrición infantil; como también debe buscar un artilugio retórico para sostener las afirmaciones del oficialismo que sostiene que hay factores culturales que hacen imposible evitar las muertes por desnutrición “casos aislados”, según hacen referencia; pues el Obispo de Humahuaca Pedro Olmedo, contradijo la posición del gobierno nacional, al sostener que “Nuestra gente, si se la trata con amabilidad y respeto, accede a las recomendaciones de los asistentes sanitarios”, expresando que el factor cultural es una mentira.
Lo cierto es que las elecciones se acercan, los problemas a resolver se hacen precisos en la agenda impuesta por la realidad, donde hasta ahora solo Sergio Massa parece acertar.
