Opinión: ¿un nuevo Trump?

 Opinión: ¿un nuevo Trump?

No hay muchas novedades, pero parece más predecible. Fue el primer discurso en el que se mostró medianamente como un presidente de verdad. A los republicanos se les habrá quitado un peso de encima, opina Miodrag Soric.

¿Quizá haya aprendido de los errores del pasado? En vez de infundir miedo y difamar a su adversario político, Donald Trump ofreció ante ambas cámaras del Congreso un discurso muy optimista. Apeló a la fuerza estadounidense y anunció cambios para modernizar Estados Unidos. Incluso ofreció a los demócratas cooperar en política sanitaria, migratoria y educativa. Los demócratas, por su parte, vacilan y desconfían de este nuevo Trump. Y, sin embargo, no pudieron hacer otra cosa que aplaudir cuando resaltó la abnegación de los soldados y policías estadounidenses y condenó cualquier forma de antisemitismo o xenofobia.

Los ojos de Trump no se despegaban del telepromter. Fue el primer discurso en el que se mostró más o menos como un presidente de verdad. La mayoría de las veces dio en el clavo. No cometió graves errores. A los republicanos se les quitó un peso de encima. Raramente respaldaron tanto a su presidente como cuando este anunció el liderazgo de Estados Unidos, resaltó la colaboración con Israel y la lucha contra los islamistas y manifestó estar a favor de la OTAN.

Aparentemente, los críticos entre sus filas le perdonaron que hace solo unas semanas calificara de obsoleta a la OTAN y que buscara evidentemente la cercanía con Rusia. En el Congreso no pronunció ni la palabra Moscú ni Rusia. Es notable, sobre todo si se sigue la información de la prensa estadounidense. Desde hace semanas, esta especula sobre la magnitud de los contactos entre el equipo de la campaña electoral del candidato Trump y el Kremlin.

¿Política exterior? Más bien no

Sin embargo, al presidente todo esto no le inquieta. La política exterior no jugó un papel relevante en su discurso. Se centró en tres temas: fortalecer la economía nacional, proteger las fronteras del país y reformar el sistema de salud. El mayor punto débil de su discurso: no ofreció detalles de cómo pretende reducir los costes de la afiliación al seguro médico. Como también dejó en el aire la procedencia del dinero para mejorar la infraestructura del país o crear un Ejército más moderno. Vaticinó la reducción de impuestos, pero no habló de cifras. Y ese es otra vez el «viejo Trump”: alguien que promete mucho, pero no dice cómo quiere llevarlo a cabo.

En el discurso de Trump no había muchas novedades. El presidente sigue su ruta nacionalista y conservadora tanto en política interior como económica. Su política de seguridad internacional sigue estando influida por las ideas aislacionistas. Por lo menos, parece más previsible cuando usa un tono más conciliador.

 

Compartí:

Noticias Relacionadas

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.