Paritarias segmentadas versus “techo Sergio Massa”, la pelea por los salarios que se viene

 Paritarias segmentadas versus “techo Sergio Massa”, la pelea por los salarios que se viene

El ministro de Economía insiste en tratar de ubicar las negociaciones en torno del 60 por ciento, pero hasta ahora tiene poco impacto. En tanto, los gremios siguen dividiendo los aumentos, para pelear contra la inflación. Uno reclamó incluso “actualizaciones mensuales automáticas”.

La UTA se convirtió en estos días en el primer gremio que firmó paritarias bajo el índice que pretende el Ministerio de Economía, que muchos llaman con sorna “techo Sergio Massa”. El acuerdo de los choferes de colectivos, que incluye una suba semestral del 31 por ciento, fue una buena noticia para el funcionario, pero no duró demasiado: el IPC del 6 por ciento de enero le arruinó el festejo a los integrantes del equipo económico. Con esta tendencia, se hace muy difícil pensar en acuerdos bajo este esquema, ya que en poco la inflación se “come” cualquier acuerdo y la revisión llega tarde. Por eso, los gremios insisten en tener “paritarias libres” y apuntan a diversas estrategias para proteger los salarios. Una de ellas es la “negociación segmentada”, que en el caso de la docencia de la Ciudad de Buenos Aires llegó a un pedido de actualización mensual automática. Lejos de eso, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, acaba de firmar un convenio salarial con los municipales, que curiosamente está bajo los parámetros pretendidos por Massa, lo que lo volvió en un insólito aliado en esta cuestión.

Además de la UTA y los municipales porteños, el resto de las paritarias que se negociaron en 2023 escapan a las pretensiones de Massa. Si bien la mayoría está realizando revisiones pendientes del 2022, los primeros acuerdos vigentes para este año muestran como tendencia el rechazo a los parámetros del Ministerio de Economía. El tema iba a ser central en la cumbre que la mesa chica de la CGT con Massa, que se postergó para evitar que se superponga con la mesa política del Frente de Todos, del que participarán ambas partes. Pero también en Azopardo sonaba “a destiempo” que se pusiera algún límite a la negociación salarial a pocas horas de confirmar que la inflación repunta y se aleja del 5 por ciento anual de pauta mínima que pretendía el Gobierno. Por las dudas, en la presentación el programa Precios Justos, uno de los conductores de la central obrera advirtió que el tema será espinoso. “La libertad de las paritarias no la vamos a resignar nunca, representamos a un sector que está convencido de que tenemos que ir en contra de la inflación y por eso acompañamos esta iniciativa”, dijo Héctor Daer, mentor del rechazo a la suma fija por decreto y uno de los dirigentes más cercanos al ministro y el propio presidente.

“Ganarle a la inflación” es la frase que más repiten los dirigentes sindicales cuando se los consultan por las paritarias 2023 y el “techo Sergio Massa”. La pregunta es cómo se logra. Además de lograr bajar la suba de precios, la respuesta apunta a sostener las negociaciones abiertas, por segmentos cada vez más chicos. La idea de paritarias segmentadas es de vieja data, lo mismo que las revisiones y las cláusulas gatillo. Un ejemplo se dio esta semana, cuando la Federación de Trabajadores del Tabaco (FTTRA) que conduce Juan Martini acordó una actualización salarial del 20 por ciento para los obreros de la actividad. El porcentaje se hará efectivo en dos tramos: 15 por ciento en febrero y otro 5 por ciento en marzo, según informó la organización sindical. Desde el gremio adelantaron que los acuerdos bimestrales “serán una constante durante 2023, como estrategia para neutralizar la escalada inflacionaria y la suba de la canasta básica”.

En tanto, en la paritaria de los docentes de la Ciudad de Buenos Aires, uno de los gremios reclamó una “actualización mensual automática”, que rompe con este modelo de segmentación. Como sucede en Hurlingham, cuya gestión anunció revisiones mensuales con los municipales para este año, el sindicato Ademys fue más allá y reclamó subas constantes iguales al IPC. “El gremio llevó la postura de nuestros afiliados y docentes, que incluye un salario igual a la canasta familiar y una indexación automática mensual”, confirmó el secretario Adjunto de AdemysJorge Adaro. Además, el dirigente remarcó ante Política del Sur que “pedimos un aumento de emergencia para paliar la situación, que realmente es complicada”. En la lista del gremio se incluyó una serie de “demandas laborales, que se comenzarán a discutir en una segunda reunión”, que todavía no tiene fecha.

Según el gremio docente, en CABA los datos de inflación marcan que este año habrá incrementos por encima del 60 por ciento, como proyecta el Gobierno. “La inflación sigue creciendo y suben el alquiler (más de 86 por ciento en todo el país), los alimentos, la vestimenta, el transporte y los útiles escolares”, remarcaron desde la entidad. Además, recalcaron que durante el mes de enero de este año, el IPC de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) alcanzó el 7,3 por ciento, “registrando así una variación interanual del 99,4 por ciento, por encima del dato de diciembre del año pasado, cuando la medición fue del 5,8 por ciento”. Estos modelos atentan contra las intenciones de Massa, que apunta a bajar la inflación pero hasta ahora el horizonte es incierto, y los gremios no quieren esperar que se cumplan sus palabras, mientras los salarios se desploman. // politicadelsur.com.ar

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