“Que el pueblo con su voto sea el que defina qué peronismo quiere”

 “Que el pueblo con su voto sea el que defina qué peronismo quiere”
Autocrítico por naturaleza, el senador Juan Manuel Abal Medina quiere que el peronismo saque conclusiones del último resultado electoral para volver a recuperar la mayoría. Define a la Ley de Cannabis Medicinal como “una de las alegrías más fuertes de este año”.
Por Agustín Alvarez Parisi
El senador nacional Juan Manuel Abal Medina es muy crítico del Gobierno, pero presume de serlo, en primer lugar, de su propio partido. Está convencido de que sin poder de autocrítica “no vamos a poder recuperar la mayoría”.

Cuestiona al Gobierno por la aplicación de un “neoliberalismo fuera de tiempo”, y es partidario de que sean las PASO las que operen de ordenadoras dentro del Partido Justicialista.

Camino a cumplir dos años y medio como senador nacional, no se imagina en ese cargo a partir de la renovación parlamentaria, pero está dispuesto a participar de las próximas elecciones “donde convenga y sirva para el peronismo”. Amén de ello, hizo ante Parlamentario un recorrido por las principales leyes en las que participó durante el último año y detalló cuál fue la que más satisfacción le provocó.

– Una ley muy importante que usted impulsó es la de Cannabis Medicinal y se acaba de promulgar.

– Es una ley muy importante, que en su momento parecía muy difícil de sancionar por una cantidad de falsos prejuicios, de falsas ideas que circulaban. Una ley que la Cámara de Diputados trabajó mucho y muy bien, porque lograron consensuar un dictamen de una enorme cantidad de proyectos, tanto de la oposición como del oficialismo; uno de Carolina Gaillard, quien lo llevó adelante, pero muchos de diputadas y diputados del oficialismo, pero que se corría el riesgo como pasa muchas veces que un proyecto se aprueba por unanimidad en una Cámara, como nos ha pasado varias veces con iniciativas que aprobamos acá en el Senado y en la otra Cámara no corren la misma suerte.

Seguí mucho esa discusión y conocía a muchos que estaban peleando por esto, como la mamá de MamáCultiva, pero la verdad que tuve un involucramiento particular porque este verano -yo veraneo en Mar Azul, el sur de Gesell- me buscó una persona que vive ahí y que fue una de las figuras que más impulsó este tema. María Laura Alasi, mamá de Josefina, una chiquita hermosa de 4 años que tiene el síndrome de West, que con el papá, los tres me vinieron a ver a Gesell y ahí ella me contó el significado del proyecto. Más allá de las cuestiones técnicas, que podemos hablar mucho, y de datos científicos en los que los médicos han demostrado lo que el uso medicinal del cannabis genera en un conjunto de pacientes y con dolencias vinculadas a la epilepsia, lo que más me impulsó fue cuando me dijo: “Juan Manuel, esta chiquita que está acá ahora sonriendo con vos, yo no la veía sonreír… Y para mí, que mi hija pueda sonreír, es lo más importante del mundo”. Y María Laura me contó la historia de su hija tomando más de 30 y 40 drogas, que cada una le hace un efecto distinto y cómo eso le iba arruinando la calidad de vida; no sonreía, no hablaba, y cómo a partir del uso medicinal del aceite de cannabis volvió a sonreír. Yo la tuve en mis brazos a Josefina y le dije a María Laura: “Me comprometo con vos que la primera o segunda sesión del año en el Senado va ser ley”.

– ¿Y cómo lo pudo lograr?

– La verdad que acá en el Senado pudimos trabajar muy bien con Silvia Elías de Pérez (UCR), que es la presidenta de la Comisión de Salud, quien desde el primer momento estuvo de acuerdo con impulsarla. Trabajamos muy bien con el Ejecutivo, porque tampoco a uno le gusta como legislador que uno termina aprobando una ley que genera mucha expectativa social y que después el Ejecutivo o la veta o no la termina de reglamentar nunca. Entonces, trabajando mucho en este tema con el oficialismo, con Paula Bertol, realmente creo que logramos una ley ejemplar.

Recuerdo que en la primera sesión de este año yo tenía miedo de que perdiéramos el quórum, y estaban las madres y las chiquitas en el recinto; ahí pedí como favor a todos los colegas del Senado que hiciéramos el tratamiento sin debate y finalmente se pudo transformar en ley ese miércoles 29 de marzo. Finalmente, que la semana pasada se haya promulgado y publicado la ley es una buena noticia para mí y centralmente para esas madres que tanto han peleado y siguen luchando por sus hijos. Era el Estado reconociendo nada más y nada menos que el derecho de un papá y una mamá a pelear por la salud de su hijo y bajarle el dolor. Creo que la aprobación de esta ley fue una de las alegrías más fuertes de este año.

– Siguiendo con las leyes en las que usted tuvo mucha participación, tenemos el proyecto de Trombofilia, que fue aprobado en noviembre del año pasado, pero fue vetada.

– La verdad que con el oficialismo trabajamos muy bien en esta ley, que en este caso tiene una implicancia personal para mí porque mi mujer tiene ese problema y cuando perdía uno y otro embarazo fuimos a una clínica privada y rápidamente detectaron qué era. Con una simple inyección todos los días hoy mi hija Manuela está viva y es hermosa… Pero bueno, nosotros teníamos una situación económica que nos permitía hacerlo; muchas madres no tienen esa oportunidad, nunca saben, quizá se enteran que tienen esto cuando ya no están en edad de ser madres. Las madres que me venían a ver a mí habían perdido embarazos de siete y ocho meses.

– ¿Por qué cree que la vetó Macri?

– El Gobierno adujo sus razones, entonces nos queda el camino de insistir para rechazar ese veto, o lo que vamos a hacer, que es consensuar una nueva ley que pueda cubrir esta temática, quizás con mayores precisiones que las que se habían formulado en su momento. Estamos trabajando con el oficialismo para sacar una nueva ley, no para quedar bien yo, que aprobé una ley y después decir “qué malo Macri que la vetó”, sino una ley que sea aplicable y que le ayude a la gente, que es lo principal que debemos hacer cuando estamos ocupando una banca, es decir, debemos legislar para la gente.

– Un proyecto que despertó gran polémica y que motorizó usted fue e de Emergencia Social y al que el Gobierno amenazaba también con vetar, pero finalmente consensuaron…

– Es una ley muy importante que por primera vez reconoce al trabajador de la economía popular, al trabajador informal le da derechos como tal. Son estas personas que por ejemplo viven de lo que nosotros desechamos, los recicladores urbanos, las personas que se dedican a los cuidados de ancianos, de enfermos, las que hacen cooperativas de trabajo, por ejemplo los ladrilleros, muchísimos pequeños productores de horticultura que tenemos en mi provincia, Buenos Aires, y son también, hay que decirlo, el sector que más ha perjudicado las políticas de este gobierno. Porque si bien después de estos quince meses la gran mayoría de los argentinos vivimos bastante peor, ese bastante peor para los que estaban en el borde o un poquito abajo siempre es mucho más dramático.

Fue una ley muy importante, que el oficialismo intentó que no saliera, pero la peleamos acá y finalmente cuando la llevamos al recinto la aprobamos por casi dos tercios de los votos. El oficialismo decía que era una ley muy mala, que queríamos poner palos en la rueda; después la CGT convocó una marcha en la Plaza del Congreso, pero no pidiendo para ellos, sino pidiendo para los informales, por los que menos tienen. Entonces con los dos tercios en el Senado y esa marcha contundente, logramos que el oficialismo entendiese que era una buena ley y que finalmente con algunas modificaciones podría aprobarse en Diputados. Y después de algunas discusiones que hemos tenido este año para su implementación -también hubo que hacer algunas movilizaciones en la calle y algunas acciones políticas-, finalmente hoy está en vigencia. Ya a fin de año y cuando decían que iba ser un mes terrible, diría que millones de argentinos pudieron pasar un mejor diciembre por esta ley.

Hoy también se están beneficiando merenderos, cooperativas de trabajo, comedores, los sectores que más necesitan. Muchos se burlaban de esta ley, decían que es asistencialista, incluso nos criticaron ideológicamente, gente que obviamente no le falta el pan en la mesa, gente que no sabe lo que es no llegar a fin de mes… Para toda esa gente que pasa muchas necesidades, fue una ley muy importante. Con la senadora (Teresita) Luna y el senador Jaime Linares presentamos este proyecto original, que fue acompañado por todo nuestro bloque y por los dos tercios de la Cámara baja.

– Usted trabajó también en dos leyes como la Oficina de Presupuesto del Congreso y recuperación del Control sobre de Proceso de Endeudamiento. ¿Qué nos puede decir de las mismas?

– La Oficina de Presupuesto del Congreso es una idea que está en el Congreso prácticamente desde hace 20 años. Hubo proyectos prácticamente desde el retorno a la democracia, el Congreso no puede dejar de tener las herramientas para analizar cuando vota una ley del impacto presupuestario que esta tiene y que no puede usar solamente la información que la da el Ejecutivo: por obvias razones la oposición no le va a creer mucho. Es muy importante esta ley que se sancionó y que le va a dar una calidad muy distinta al debate legislativo argentino. Los principales congresos del mundo tienen estos instrumentos. Trabajamos con el oficialismo, que esta vez estuvo de acuerdo, y esto lo destaco como un ejemplo positivo. Pero como digo una de cal, una de arena: y un ejemplo negativo en una ley que trabajamos mucho y es la de “Recuperación del Control sobre el Proceso de Endeudamiento”, que también discutimos y consensuamos con el oficialismo y fue aprobada casi por unanimidad, pero lamentablemente aún no ha sido tratada por la Cámara baja.

– ¿Qué significa para usted ser presidente de una de las comisiones más importantes como es la de Presupuesto y Hacienda?

– El año pasado comenzamos con la discusión de los fondos buitre a principio del año y terminamos casi a fin de diciembre con Ganancias… Fue un año maratónico, donde la mayoría de los temas obviamente fueron de mi comisión, pero creo que fue muy importante el trabajo de todos; les agradezco profundamente a todos los que me designaron y estuvieron de acuerdo, tanto el año pasado como este, de que yo presidiera esta comisión. Quiero resaltar que en cada caso hubo discusiones distintas, como la ley de los buitres, en la que yo estuve en contra pero llevé el debate sin inclinar para ningún lado; lo mismo que en Emergencia Laboral y la Emergencia Social, en cada caso cuidamos siempre el respeto al otro. Estuvo la discusión del blanqueo laboral… fueron discusiones muy profundas, pero creo que a todas le pudimos dar un respeto que le hizo muy bien a la producción legislativa.

– El bloque del PJ-FpV que usted integra tiene amplia mayoría en el Senado, por lo que el oficialismo los necesita para aprobar las leyes, cosa que consiguió en muchas de las mismas…

– Con enorme responsabilidad y con muchas discusiones internas, con muchas diferencias de posiciones, muchas veces modificando la mayoría de las leyes del Ejecutivo, mejorando lo que creíamos que había que mejorar, pero en ningún caso optamos por una actitud de obstruccionismo inútil. Entendimos que nuestra tarea es trabajar las leyes, cambiarlas, mejorarlas, y oponernos si no estamos de acuerdo, como lo ha hecho público nuestro presidente del bloque, Miguel AngelPichetto. Cuando se hablaba de la Reforma Laboral y un conjunto de temas siempre se dijo que este bloque jamás iba a aprobar nada vinculado con esto; y en las leyes que podíamos tener diferencias trabajamos para cambiarlas. Si nosotros hubiésemos querido, no se hubiera votado el Presupuesto y Argentina se hubiera quedado sin Presupuesto, que fue lo que hizo el famoso Grupo A hace algunos años. En ese momento nosotros los criticamos fuertemente por haberlo hecho, nosotros no podíamos hacer lo mismo que les hemos criticado. Uno es esclavo de sus propias palabras y de sus convicciones; queríamos darle al Ejecutivo la herramienta, obviamente le reclamamos cosas y conseguimos cuestiones concretas para las finanzas provinciales, para ciencia y tecnología, para universidades, para el INVAP. Tuvimos una oposición seria, sólida, estuvimos a la altura, con una oposición responsable, no con el Gobierno, sino con el país.

– ¿En este año electoral cree que el bloque actuará de la misma forma?

– Sin ninguna duda, aunque está claro que el Gobierno no va a enviar ningún proyecto que sabe que la oposición no le va a votar. Pero en las leyes que podamos trabajar y construir consenso, siempre vamos a estar, esa es la impronta que le dio a nuestro bloque Miguel AngelPichetto desde el primer día. Es más, es lo que nos pidió la expresidenta cuando reunió al bloque antes de terminar su mandato: trabajen con la seriedad y responsabilidad que hace falta.

– Hoy el peronismo está atomizado, ¿cómo van a saldar las diferencias que hay en el Partido Justicialista?

– Cuando uno viene de una derrota tan profunda como la nuestra, porque es cierto que en un balotaje perdimos numéricamente por muy poco, pero en la primera vuelta no llegamos al 40% de los votos, lo cual demuestra que veníamos con problemas bastante notables y en particular por primera vez en una enorme cantidad de años perdimos la Provincia. Esto no es nada menor, no podemos ocultarlo, no podemos decir que no pasó nada. Cuando esto ocurre, necesariamente esto obliga a una discusión que nos tiene que llevar a generar una tarea de reconstrucción. Reconstruir el peronismo para volver a tener la mayoría que tuvimos.

– ¿Cómo se podrá lograr eso?

– Para mí eso no se hace insultando al otro, adjetivando de más, acusando a uno de una cosa y a otro de otras cosas, sino al contrario tiene que ser una discusión muy madura y que necesariamente solo la puede saldar el voto popular. Es el único instrumento que tenemos y como siempre lo fue en la historia del peronismo. Después de la derrota del 83, tuvo que venir la renovación, llegó (Antonio) Cafiero, después de la derrota con la Alianza se presentaron tres candidatos en las elecciones y fue el pueblo el que definió quien tenía que gobernar. Y en este caso tendrá que ocurrir lo mismo: tendrá que haber una gran PASO, en mi provincia estoy convencido y en otras provincias una PASO democrática, participativa, en la que todos puedan expresarse y que sea el pueblo con su voto el que defina qué modelo de peronismo quiere.

– ¿Usted qué modelo de peronismo querría?

– Yo tengo una posición, que es la del peronismo que hable de estos problemas del presente, que se haga cargo de todo lo que hicimos bien en estos doce años, pero que también reconozca lo que hicimos mal, porque me parece, y aunque a algunos no les guste esto, si no reconocemos lo que hicimos mal, tampoco podemos poner en valor lo que hicimos bien, porque perdemos credibilidad. Y si no hubiéramos hecho mal algunas cosas, no hubiéramos perdido; si hubiésemos hecho todo bien, nos hubieran votado de vuelta. En esto el veredicto del pueblo es claro; entonces, si no somos capaces de autocriticarnos como corresponde, no como algunos que escucho que siempre cuando hablan de autocrítica critican a otros… Yo me hago cargo de mis errores en primera persona, de las cosas que yo hice mal antes de hablar mal de los demás… Pero creo que sin ese poder de autocrítica no vamos a poder recuperar la mayoría.

– ¿En estas PASO tienen que participar también el kirchnerismo, La Cámpora y el Frente Renovador?

– Todos los sectores que se reivindiquen y se consideren oposición. En esto quiero ser claro: peronistas hay en el Gobierno, acá al lado tenemos uno que es el presidente de la Cámara vecina, no lo podemos negar, hay peronistas en el Gobierno, en el Frente Renovador… ¿Quiénes tienen que participar de las internas? Todos los que quieran ser oposición, los que están en el Frente Renovador si quieren participar, tienen que ser opositores al Gobierno y abandonar algunas actitudes intermedias, y sumarse a un partido democrático, moderno, de mayorías, pero opositor a un conjunto de políticas que creemos que son profundamente erradas para la Argentina.

– ¿El Movimiento Evita que usted integra apoyará a Randazzo?

– Nosotros venimos construyendo con varios sectores este proceso que hablamos antes y nos parece que una figura como Florencio Randazzo puede mostrar un fuerte compromiso con el peronismo histórico, con todo lo positivo de estos 12 años, que ha demostrado una enorme capacidad de gestión. Recordemos lo que era obtener el documento en la Argentina, preguntemos a algunos colegas que en mi provincia podían tardar años en conseguir el documento y ni hablar del pasaporte, que era prácticamente una cosa imposible. Lo que hizo Randazzo en esta materia fue algo muy bueno, y ni hablar en el transporte, en muy poco tiempo hizo cambios muy sustantivos que fueron reconocidos por todos. Entonces me parece que es una buena opción, junto con otros actores con los que venimos construyendo para expresar este cambio.

– ¿Cristina va ser candidata?

– Eso no lo puedo saber, esa va ser una decisión de ella. Obviamente quien fue dos períodos presidente de los argentinos, que se reeligió con el 54% de los votos, recordemos, más a de 30 puntos del segundo, esa es una ratificación clara a una figura que a esta altura ocupa un lugar particular en nuestra historia. Qué vaya a hacer concretamente es una decisión que deberá tomar ella.

– ¿Usted se presentará como candidato?

– Al Senado no, soy consciente de que este cargo lo cumple quien va a definir gran parte de la política argentina y creo que hace falta otro nivel de conocimiento público para ocupar ese primer lugar. Sí me interesaría formar parte del esquema, donde convenga, siempre y cuanto exprese esto. A lo largo de mi vida política ocupé una enorme cantidad de cargos: jefe de Gabinete, embajador, funcionario, senador, con lo cual no es que yo piense que es todo en la vida. Si hay condiciones para que uno pueda participar en un espacio como este, que sirva para recuperar la mayoría del peronismo, ahí voy estar.

– ¿Cuál es su visión del gobierno de Macri, que ya lleva 16 meses?

– Creo que está haciendo todo lo que esperábamos que iba hacer, a mí no hay nada de lo que está haciendo que me haya sorprendido. Está llevando adelante un conjunto de políticas económicas y sociales que una y otra vez han fracasado en la historia argentina. Entendemos que las políticas neoliberales, sin ser peyorativo, son políticas que hoy se aplican en España, que no estoy diciendo que son malas, que tienen una visión ideológica del mundo que cree que con seguir lo que dicen los manuales de la macroeconomía y hacerlo correctamente el mercado por sí mismo genera riqueza, la distribuye y somos todos felices. Es una visión del mundo que a lo largo de la historia argentina siempre ha terminado mal, con cualquier tipo de gobierno. Mal en el sentido de que no ha logrado sostener un crecimiento y sobre todo ha acentuado la desigualdad. En otros momentos por lo menos era con los signos de los tiempos, en los 90 con esta política gobernaban en todos los países. El Gobierno para mí está aplicando lo que yo llamo un noventismo retro, una especie de neoliberalismo fuera de tiempo. Porque ellos confiaban que arreglaban tres o cuatro temas económicos supuestamente generados por nuestro gobierno y con eso llovían las inversiones, Argentina despegaba y hasta ahora no ocurre. Y obviamente esto no nos alegra, todo lo contrario, pero entendemos que esto no va a ocurrir porque si hasta la principal economía del planeta que son los Estados Unidos -más allá de todas las diferencias que podemos tener con posiciones aberrantes del presidente Trump en otra serie de aspectos- está cuidando sus puestos de trabajo, que nosotros no hagamos lo mismo… Si la discusión se está dando en Europa, en Francia, en Inglaterra, y nosotros creemos que simplemente nos abrimos al mundo, por más que no terminen de hacerlo, pero piensan en esa clave, lamentablemente esto va a generar lo que estamos viendo ahora: que la economía no despega y cada día la mayoría de los argentinos vive un poco peor.

– ¿Le parece que los problemas económicos surgieron el 10 de diciembre del 2015?

– Yo no niego que la economía el 10 de diciembre del 2015 tenía problemas, lo reconozco, creo que eso es evidente… Pero es evidente que todos esos problemas se han incrementado, y no hay ni uno que se haya mejorado, ni siquiera el défict, todo se ha agravado.

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